Desde LAB queremos denunciar la situación de las trabajadoras y trabajadores del Balneario de Urduña, en lo que al parecer, es la definitiva liquidación de la gestión del Balneario por parte del Grupo Montenegro.
Ahora, con unas deudas incomprensibles para un establecimiento de hostelería, con el Balneario en una necesidad de reforma absoluta para poder continuar su explotación, con las trabajadoras y trabajadores empujados a un despido inminente, Ana Montenegro sigue con sus negocios como si no pasara nada y sin ningún problema.
Volvemos a denunciar también la actitud de la tesorería de la Seguridad Social, cuya única preocupación es la de buscar a quién cobrarle la deuda que deja Montenegro, sin aportar ninguna alternativa que facilite la explotación de un negocio, que no olvidemos que no es de Ana Montenegro, pero si son suyas las deudas que ha provocado y sin volcar sus esfuerzos en cobrar al Grupo Montenegro esa deuda.
Queremos denunciar también la gestión que la administración concursal ha hecho de la situación. No entendemos como, si se abordan unas negociaciones entre las partes implicadas para sacar adelante un nuevo proyecto, no se pone encima de la mesa la situación real de la explotación, con todos los datos necesarios para poder hacer una valoración real y llevar a cabo una negociación con pleno conocimiento y no crear unas expectativas, que al final no fructifican porque estaban basadas en una situación que no se correspondía con la realidad. Ahora la frustración de la plantilla del Balneario es aún mayor.
También nos ha defraudado la actuación del ayuntamiento, al cual le ha pesado más la situación financiera de su institución y las posibles repercusiones económicas, que los puestos de trabajo de las actuales trabajadoras y trabajadores del Balneario.
Pedimos esfuerzos reales a todas las partes para evitar el cierre definitivo del Balneario y el mantenimiento de nuestros puestos de trabajo.