Ucrania se ha convertido en un punto estratégico para el imperio y el capital; consecuencia de ello es el actual conflicto. El gobierno de Ucrania al no firmar el acuerdo comercial con la Unión Europea, Estados Unidos y la propia Unión Europea quisieron imponer un gobierno favorable a sus intereses políticos, económicos y militares en Kiev.
Así, consiguieron que se diera un golpe de estado utilizando para ello la violencia de la extrema derecha ucraniana. Con lo que el sector de la extrema derecha Pravy Sektor se ha hecho con el poder (varios ministerios están en sus manos). En ese sentido, la ciudadanía y sectores contrarios al imperialismo norteamericano y europeo comenzaron a ser acosados por los paramilitares de extrema derecha y por el ejército, sobre todo en Odesa, Luhansk y Donetsk.
Ante todo ello, el sindicato LAB denuncia la carnicería ocurrida hace unos días en la casa de los sindicatos de Odesa y muestra su solidaridad a las y los trabajadores que están luchando contra el faxismo.