Con la tasa de desempleo y los nivel de pobreza y exclusión social a los que se está llegando en Euskal Herria, la no renovación de la ayuda de 400 euros para las personas desempleadas es una absoluta aberración, como lo es también el pretender que se pague por los servicios sanitarios. Aun más aberrante nos parece, cuando a la par se observa que tampoco hay, por parte de las instituciones ningún plan de creación de empleo, ninguna política activa de empleo que solucione situaciones familiares ya dramáticas.
Dicho esto nos gustaría subrayar el hecho de que en Euskal Herria no tenemos ninguna posibilidad de regular y decidir cuál es el sistema de protección social del que nos queremos dotar porque las políticas pasivas de empleo, todo lo relacionado con la Seguridad Social y las prestaciones de desempleo son materia exclusiva del Estado, y a la vista está cuál es la deriva a la que esto nos lleva.
El dinero que pagamos en Euskal Herria en cotizaciones no podemos gestionarlo, no podemos decidir sobre cuál es el modelo de protección social que queremos construir a partir de dichos recursos, las decisiones las adopta el Gobierno Español y éste es el triste resultado de dicha situación.
Exigimos poder decidir y gestionar también sobre nuestras cotizaciones, reclamamos soberanía política y económica para gestionar nuestros recursos y nuestras aportaciones a la Seguridad Social, y a partir de ahí poder construir nuestro propio modelo de protección social con garantías para las y los trabajadores.