Esta acción supuso un paso más en la lucha feminista en favor de los derechos de las mujeres. Una acción sin duda de carácter revolucionario que pretendía transformar la sociedad irundarra, una sociedad asentada en valores tradicionales y machistas. Hace 20 años, las mujeres de Irún demostraron la importancia de lo simbólico, tenían claro que, sin la libre participación de la mujer, las fiestas no serían ni paritarias ni libres. Tenían claro que las calles también son de las mujeres, y que queremos ser LIBRES, también en las fiestas.
Pero está claro que todo impulso en clave revolucionaria tiene su antítesis, su reacción. Una respuesta que rápidamente organizó el sector reaccionario del pueblo para impedir que ese derecho se llevase a la práctica, alargando el conflicto durante años. 20 años de negación, de conflicto, violencia, insultos y de inacción política, también por parte de nuestro alcalde el señor Santano, más interesado en cálculos electorales que en dar soluciones a un problema tan enquistado que divide al pueblo.
Es verdad que a día de hoy el conflicto en Irun no se ha solucionado. Y es verdad también, que seguimos viviendo en un sistema capitalista-heteropatriarcal, un sistema de dominación, explotación y de precariedad, que asesina a miles de mujeres al año, y que relega a la mujer a una condición de ciudadana de segunda, etc.
Pero también es verdad que gracias a estas mujeres que han luchado durante estos 20 años, y a todas las que han estado en lucha a favor de la liberación de la mujer trabajadora, se han generado posibilidades de cambio en el actual contexto político y social.El movimiento feminista es icono de la transformación. Quedó reflejado en el planto del 8 de marzo en la que miles de trabajadoras llenaron las calles de Euska Herria y también de Irún. Esta fuerza es imparable, nos demuestra la legitimidad de la lucha y movilización, mueve conciencias, y, por lo tanto, posibilita la transformación social.
Hemos vivido de todo durante estos 20 años, alegrías y tristezas, vejaciones y aplausos… a nosotras solo nos queda agradecer a todas estas mujeres, por vuestra valentía, por vuestra convicción, por vuestra lucha, porque gracias a vosotras las mujeres de Euskal Herria somos más libres. Por eso, llamamos a la clase trabajadora a alabar el trabajo de esas mujeres el 30 de junio, desfilando o dando un apoyo activo desde las aceras, uniéndose al alarde paritario.
Gora Alarde Publikoa! Gora Borroka Feminista!
Irún, 29 de junio de 2018n