A finales de junio del año pasado, ELA y LAB denunciamos que Kutxabank había decidido, con total opacidad, vender miles de cuentas de créditos y préstamos a un fondo buitre. En este momento, además de reafirmarnos en las críticas realizadas en su día, queremos denunciar que hay nuevos hechos, que aumentan la gravedad de lo que en su día señalamos.
Posteriormente se supo que Kutxabank había ingresado tan solo 5 millones de euros por la venta al fondo irlandés IDR Finance Ireland de créditos por un valor nominal de 340 millones de euros (es decir, se habían vendido esos préstamos por un 1,5% de su valor nominal).
ELA y LAB denunciamos que, entre otras consecuencias, esa operación iba a ser negativa para Kutxabank desde un punto de vista económico.
En este momento, ELA y LAB, además de reafirmarnos en las críticas realizadas en su día, queremos denunciar que hay nuevos hechos, que aumentan la gravedad de lo que en su día señalamos:
• Muchos de los créditos que se vendieron como morosos realmente no eran tales, sino que correspondían a créditos que se estaban pagando tras una renegociación. El fondo buitre está recibiendo por esta vía una importantísima cantidad de dinero (seguramente superior al montante total pagado en su día, los 5 millones de euros antes mencionados). Además, este dinero se va a ir directamente fuera de Euskal Herria, sin que pueda generar efectos positivos en nuestro tejido económico y social.
• En los casos en que Kutxabank gestionaba las reclamaciones de las deudas mediante abogados y procuradores externos, la venta de los créditos morosos al fondo buitre han generado deudas con esos despachos. En este momento existen reclamaciones que llegan ya a los 5 millones de euros, reclamaciones que se están negociando. En todo caso, cabe concluir que van a tener un fuerte impacto económico.
ELA y LAB constatamos que la venta de préstamos al fondo buitre fue una operación nefasta, con la que Kutxabank va a perder dinero. Fue, como se está viendo, una chapuza.
Ante ello, reclamamos la asunción de responsabilidades por parte de quienes decidieron y diseñaron dicha operación.
Asimismo, ELA y LAB nos reafirmamos en la necesidad de dar marcha atrás al iniciado proceso de privatización de Kutxabank, y exigimos el compromiso de que ni una sola acción de Kutxabank sea puesta en manos de accionistas privados. Defendemos un sistema financiero público vasco, que tenga como función gestionar el ahorro local para ponerlo al servicio de la ciudadanía y de la economía vasca.