Hoy se han hecho públicos los datos la Encuesta de Población Activa. En Hego Euskal Herria, el número de personas paradas ha aumentado en 4.500 personas respecto al trimestre anterior, hasta un total de 124.400.
En concreto, ha sido el paro femenino el que ha sufrido un mayor aumento. De hecho, el 95,55% del total del incremento de las personas paradas son mujeres, exactamente 4.300 personas. Este dato coincide con el análisis sectorial, siendo el sector servicios el que ha experimentado un mayor aumento del desempleo. Los servicios conforman la mayor parte de los sectores feminizados, que son los que generan el empleo más inestable. Perciben el impacto coyuntural más rápidamente y los puestos de trabajo disminuyen por las características de estos empleos: eventual o inestable y, en general, precario. Es un empleo de usar y tirar, que se crea y desaparece en función del mercado: según la estacionalidad o las diferentes crisis que surjan.
Por otro lado, destaca la elevada tasa de paro de las personas migradas, que en este trimestre ha triplicado la tasa general del 10,44% en la Comunidad Foral de Navarra y 8,69% en la Comunidad Autónoma Vasca, hasta el 31,69% y 24,24% respectivamente. Las personas migradas y en muchos casos racializadas son las que más sufren las consecuencias más crueles del mercado laboral: mayores niveles de explotación, trabajos precarios y mayores tasas de paro y pobreza. Aunque con frecuencia estas condiciones de trabajo estén fuera de la ley, es una realidad que la ley de extranjería posibilita, pues el capital aprovecha la mano de obra barata para acumular mayores ganancias.
En cuanto al paro de larga duración, en los últimos años cada vez hay más personas en esta situación, sin poder encontrar trabajo durante un año o más. Si en 2020 representaban el 40,30% de las personas paradas, en 2022 han subido al 53,86%, siendo más de la mitad del total. Si bien nos quieren vender un mercado laboral dinámico, estos datos demuestran que se trata de una situación estructural y que una vez en paro es muy difícil salir de esta situación, siendo algunas condiciones determinantes: la edad, el nivel de estudios, el sexo-género, la procedencia…
La situación es grave. El paro se incrementa, la inflación sube, el poder adquistivo baja, la revalorización de las pensiones es insuficiente… Y en vez de ir al fondo del problema se ha puesto el punto de mira en los sueldos por parte de la patronal y de los partidos que gestionan las instituciones.
Hoy es el día internacional de la salud laboral. Es hora de situar en el centro las necesidades de los y las trabajadoras, es hora de situar la salud laboral en el centro de la agenda política. El domingo, Primero de Mayo, la clase trabajadora de todo el mundo llenará las calles con sus demandas y reivindicaciones. Es un reto global, que debemos llevar a cabo pueblo a pueblo, para ello, necesitamos dotar a Euskal Herria de instrumentos de estado: un Código Laboral Vasco y una ley para una Seguridad Social propia. Necesitamos soberanía para llevar a cabo en Euskal Herria los cambios que no son posibles en Madrid y París. Hagámoslo posible.