Desde que el pasado 1 de septiembre, la UTE formada por Larrialdiak (antes Sociedad Cooperativa, ahora S.L) y Eulen se hicieran cargo de la mayor parte de las ambulancias que cubren la Red de Transporte Sanitario Urgente (RTSU) en Bizkaia, la precariedad en este sector ha ido aumentado a pasos agigantados. La gerencia de la empresa opta por respetar la parte de los pliegos de condiciones que le interesa en cada momento o por no cumplir aquellos que le dieron más puntuación que al resto y que le permitieron ganar otro dudoso concurso.
La plantilla de la UTE no puede más. Además de las no reparaciones de elementos muy importantes de cara a la seguridad laboral, el personal sigue realizando sus funciones desde centros de trabajo que, en algunos casos, no solo no reúnen el mínimo exigido por ley, sino ya como lugar para que descanses y pernocten en él seres humanos, hablamos de dignidad.
La mala planificación de las vacantes producidas por bajas, crédito horario de los representantes de los trabajadores y sobre todo las vacaciones del personal fijo han traído el caos al servicio, un servicio que sigue en pie y atendiendo a los bizkainos y las bizkainas como se merecen gracias al esfuerzo que los técnicos que vamos en esas ambulancias, y no gracias a que la empresa que recibe sus beneficios a costa del dinero público (nuestros impuestos) respete los derechos y las condiciones laborales que marca la ley y que creemos que el Departamento de Sanidad debería vigilar escrupulosamente, ya que, en última instancia, consideramos que es el responsable de la situación actual al permitirla y mirar para otro lado.
La mayor parte de los días el turno saliente (tras 12 horas ininterrumpidas de trabajo) se encuentra con que no tiene relevo, y al ser éste un servicio esencial, no puede abandonar su puesto hasta que la empresa encuentra otro trabajador/a dispuesto a cubrir lo que quede de turno a base de horas extras, horas extras que están EXPRESAMENTE PROHIBIDAS por el convenio colectivo de aplicación. Este relevo puede tardar horas en llegar, dándose casos de personal que ha permanecido en su puesto de trabajo 36 horas ininterrumpidas.
Otro ejemplo de piratería empresarial es la manera en la que la UTE Larrialdiak-Eulen ha procedido a cubrir la base de Bakio. Bakio es un municipio que cuenta con una ambulancia de Soporte Vita Básico los meses de Julio, Agosto y Septiembre. En lugar de contratar personal que cubra dicha base durante los 3 meses en base a un cuadrante de turnos de 12 horas, la gerencia de la empresa, ha optado por “chantajear” al personal de las bases de Rekade y Zorroza, ofreciéndoles la aplicación del Convenio Provincial de Bizkaia (bases en manos de Iscan en el anterior concurso) a cambio de que en sus días libres cubran los turnos de la base de Bakio. Y como con dicho personal no llegan a cubrir todos los turnos, han ofertado al resto de la plantilla más horas extras para cubrir los turnos vacantes. Y, repetimos, las horas extras están expresamente prohibidas por Convenio. Hasta la fecha, la UTE Larrialdiak-Eulen aplica tres tipos de convenios diferentes por idénticas funciones, llegando a haber diferencias entre unos y otro de entre 400 y 700 euros……
El poco personal contratado para estos meses de vacaciones es personal con contrato de prácticas, lo que supone pagarles un 60% del salario habitual a cambio de la esclavitud a la que son sometidos por parte de los responsables de la UTE. No tienen cuadrante fijo, sino que están al servicio de la llamada de turno para cubrir todo aquello que haya que cubrir. Por tanto, hay personal en prácticas que en 30 días de trabajo ha librado 2….
¿Qué tipo de servicio creen los ciudadanos y el Departamento de Sanidad de Gobierno Vasco que podemos prestar una plantilla sobre explotada, que no cobra nunca sus nóminas a tiempo, que no cobra sus pluses en fecha, que lleva reclamando un funcionamiento correcto y un respeto a nuestros derechos laborales así como una vigilancia de las medidas de prevención de accidentes que en ningún caso se están cumpliendo?
¿Tienen conocimiento el Sr. Darpón del número de bajas por estrés, síndrome del burn out, lesiones en cuello, espalda…. (en la muchísimos recursos, no funciona el escalón lateral, por lo que hemos de subir a pulso al paciente en muchas ocasiones)? ¿Tiene conocimiento la ciudadanía vasca en manos de quién ha puesto dicho departamento la atención y la salud de todos y todas?
Exigimos que las instituciones velen porque este servicio cumpla con los parámetros de calidad exigibles e imprescindibles. Que se reúna con los sindicatos denunciantes de esta penosa situación, y ponga fin a este despropósito. A nuestro entender, la solución es muy sencilla: si formamos parte del servicio de la RTSU al igual que la UVIs móviles (que llevan escasos 16 años en uso), es de derecho que, de igual manera, las plantillas del resto de ambulancias seamos personal dependiente de la administración. Una empresa pública que gestione el servicio, un servicio de vital importancia para la ciudadanía y que, en los últimos 3 años ha ido pasando de mano en mano siendo siempre los y las trabajadores/as y los usuarios los auténticos y eternos perjudicados.