En relación a lo acontecido en el centro de menores de titularidad foral, el sindicato LAB manifiesta lo siguiente: los hechos ocurridos son la crónica de una muerte anunciada por sindicatos, trabajadores y trabajadoras e incluso, por personal técnico de la Diputación Foral de Bizkaia. La saturación de los centros de menores por la escasez de plazas suficientes, ni es una novedad, ni una realidad inadvertida por la propia Diputación Foral de Bizkaia.
Ello deriva en un incumplimento de la normativa que debe regir en cuanto a ratios, medidas preventivas en materia de salud laboral para los y las trabajadoras y en los programas de acompañamiento y educativos de los menores. Más si cabe, cuando este tipo de centros se han convertido en un cajon de sastre con diferentes perfiles derivados por Diputación a este centro.
La cuestión además, no ha finalizado con este alarmante suceso. Los menores han sido derivados a otros centros. ¿Es ésta la solución de la Diputación Foral, sobresaturar el sistema? ¿No garantizar las obligaciones que tiene con estos menores y con las personas profesionales?
Una vez más denunciamos el modelo de servicios sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, de gestión privada y con escasa financiación de acuerdo con la necesidad existente.