La plantilla lleva años denunciando las deficiencias del servicio, sobre todo los últimos meses. De las 8 trabajadoras de plantilla, 6 se encuentran de baja. Llevan más de 10 años ofreciendo este servicio y si BIDEAN sigue abierto, es por su ingente trabajo, que en ocasiones realizan poniendo en juego su salud. El centro ha quedado obsoleto, las condiciones no son las mejoras para ofrecer un servicio adecuado a las mujeres, no hay decreto que fije el ratio de trabajadoras (por la noche y los fines de semana solo suele haber una trabajadora en el centro), pero las trabajadoras llevan a cabo su trabajo con profesionalidad, ya que han luchado y se han implicado por un servicio mejor por largos años.
El sindicato LAB ha realizado dos reuniones con Maite Peña, a petición de las trabajadores, para poner encima de la mesa las reivindicaciones de éstas. Por lo tanto, la Diputación tiene conocimiento de lo que ocurre en el centro desde el principio, y tenemos claro que la Diputación es la máxima responsable del servicio.
Las instituciones públicas están constantemente subcontratando servicios públicos relacionados con el ámbito de cuidados, así como privatizándolos. Eso conlleva la precarización de las condiciones laborales y repercute en la calidad del servicio, todo ello en detrimento de las trabajadores y usuarias. En este caso, no es casualidad que tanto las trabajadoras como las usuarias sean mujeres.
Nosotras seguiremos trabajando con el movimiento feminista para que las condiciones de las mujeres víctimas de violencia machista sean las mejores posibles en este centro, sin olvidar que la máxima responsable es la Diputación Foral de Gipuzkoa.