Por una parte, Darpón afirma que Osakidetza tiene muy buenas cifras si las comparamos con el estado español (¿por qué no comparamos con la media de países europeos?). Pero a renglón seguido, anuncia un plan de choque contra las listas de espera para reducir esas cifras “que son tan buenas” valiéndose de la sanidad privada y promoviendo los sobresueldos de algunas categorías.
Lo que no nos cuenta el Darpón son cuáles son las otras causas que están detrás de las listas de espera que tenemos actualmente en Osakidetza: los recortes impuestos estos últimos años, la falta de contratación y los problemas organizativos, malas prácticas e inercias que están asentadas en algunos sectores y actividades.
La apuesta por reducir las listas de espera, que considera que es algo fundamental, pero no puede ser utilizada para llenar más aún algunos bolsillos. En este sentido, LAB propone de nuevo una serie de mediadas con este objetivo:
• Actividad quirúrgica, pruebas diagnósticas y consultas de especialistas también por las tardes, pero no pagadas como horas extra, sino dentro del trabajo ordinario a turnos y del sueldo correspondiente. Para ello, debemos dejar atrás el sistema de guardias e implantar el trabajo a turnos normalizado también para el personal médico, como el resto de categorías.
• Inversión del dineral derivado a hospitales y clínicas privadas en recursos, infraestructuras y personal propio de Osakidetza. Por poner un ejemplo, Osakidetza paga 700.000 euros anuales al IMQ en Bizkaia a cambio de la realización de pruebas diagnósticas PET (Medicina Nuclear). Poner
un aparato PET más en Osakidetza supondría un gasto inicial de 2.500.000 euros y 120.000 euros de mantenimiento anuales. En cuatro años quedaría amortizada la inversión, y el gasto sería sólo el de mantenimiento, es decir, 120.000 euros frente a los 700.000 que se van todos los años al IMQ.
¿Por qué seguimos tirando el dinero público entonces? ¿Quién saca beneficio?
• Reorganización del funcionamiento de ciertos servicios, aumentando el control sobre las malas prácticas: cumplimiento de horarios, programación de cirugías, unificación de los ritmos de la cirugía de mañana y de tarde, estableciendo nuevos protocolos…
• Aumento de la cartera de servicios de Atención Primaria, sus competencias y mejorar las inversiones.
• Fomentar la estabilidad en la contratación de personal facultativo, para favorecer su permanencia en Osakidetza.
No podemos permitir que la preocupación que los y las usuarias tenemos con las listas de espera sea la excusa para justificar negocios privados y escandalosas horas extra.
Además, estas medidas que Darpón quiere incrementar funcionan en Osakidetza desde hace mucho tiempo, y no han conseguido acabar con las listas de espera. ¿Por qué? ¿Hay intereses en mantener esta situación? El camino que propone Darpón no mejorará las listas de espera y sí que debilitará nuestra sanidad pública.