La campaña fue un éxito en los dos territorios y tuvimos la capacidad de adquirir la suficiente fuerza para que las instituciones adquirieran el compromiso de modificar los decretos. A pesar de ser conscientes de los tres ámbitos de regulación en estos decretos, desde LAB entendíamos que la mejora en la atención en servicios con personas era aumentando la cantidad de personal por usuario o usuaria, o dicho de otra manera, aumentando la ratio.
Hoy asistimos con lástima a otro intento de vestir una chapuza de gran éxito por parte del Partido Nacionalista Vasco, que actualmente gobierna, legisla y manda en la Comunidad Autonoma Vasca, hecho al que estamos bastante habituados y habituadas. Nos vuelven a presentar como cambio el mantenimiento de la misma realidad y la misma estructuración de los servicios sociales.
Nos hablan de modelo de intervención centrado en personas y anteponen los criterios económicos frente a la calidad en la atención, manteniendo los mismos criterios capitalistas de un modelo de subcontratación o concertación administrativa que lo único que permite es convertir cantidades ingentes de dinero en capital privado en manos de unos pocos privilegiados y privilegiadas, de los que podríamos poner ejemplos vergonzosos disfrazados de labor social sin animo de lucro. Nos hablan de mejora en las instalaciones, aumento de 3 metros cuadrados en habitaciones individuales. Aumento que ni siquiera es proporcional en el caso de las habitaciones dobles, porque toca a 2,5 metros por persona usuaria. Aumento de programas, talleres, inclusión comunitaria y un largo etcetera. Todo dirigido a las y los usuarios de los servicios para la tercera edad.
Creemos que este gobierno no entendió ni entiende el espíritu de la campaña que pusimos en marcha hace casi dos años. Cremos que no lo entiende porque ¿de qué nos sirve tener las duchas más modernas en una residencia si no tenemos personal suficiente para poder atender a todos y todas las usuarias? ¿De qué nos sirve implementar programas de inclusión o participación comunitaria si no tenemos personal suficiente que acompañe a estas personas? ¿De qué nos sirve tener el comedor más moderno o las habitaciones más grandes, si las trabajadoras que trabajan en este sector se siguen viendo sometidas a tremendas cargas de trabajo en su día a día? ¿De qué nos sirve tener la habitación más bonita si en el camino a nuestros últimos días no tenemos quien nos acompañe? Queremos recordarle a este gobierno que en este sector, las lesiones musculoesquéleticas son tres veces mayores que en industria. Y esto no sólo tiene que ver con las equipaciones.
Beatriz Artolazabal Albeniz, Consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, ha empezado a construir la casa por el tejado y no es consciente de que la atención se mejora con el aumento de personal en los centros de trabajo, no con habitaciones más grandes y azulejos nuevos. En este sector se trabaja con personas y la calidad en la atención pasa por el cuidado del personal que atiende en estos servicios. Cuidado que se consigue disminuyendo las cargas de trabajo y mejorando las condiciones laborales. Este gobierno, como otras muchas veces, se ha vuelto a quedar con la “foto de cara a la galería” y con el envoltorio. Además, se desentiende de la mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras del sector de manera explícita, lo que supone un gravísimo problema y agravio social, dado que es el garante de la buena gestión del dinero público de todos y todas las vascas.
Lamentamos la actitud de este gobierno, que sigue mirando más a Madrid para defender los intereses de unos pocos, en vez de mirar hacia Europa, que nos muestra una realidad que nos situa a la cola, dado que la ratio de personal en residencias es de 1,3 trabajadoras por usuario o usuaria. Lamentamos también que las políticas por parte del gobierno sigan sometiendo y explotando a las mujeres y se siga sin reconocer la gran labor que realizan en su día a día. Queremos recordar a este gobierno que la calidad del nivel de vida de una sociedad se mide por la capacidad que tiene la misma de cuidar de sus iguales.
Desde el sindicato LAB seguiremos trabajando en esta línea hasta conseguir un modelo que se aleje de estas políticas practicadas desde hace años por el PNV. Este decreto no cambia la realidad, ni mejora los servicios residenciales, tan solo perpetúa el modelo actual.