Esto requiere cambiar de raíz las politícas económicas que se han desarrollado hasta el momento. Dar marcha atrás en las reformas laborales y en los recortes sociales y apostar por otro modelo económico que ponga en el centro la sostenibilidad de la vida y apueste por un empleo digno. Otro modelo que apueste por un reparto más equitativo de la riqueza.
En el año 2011, los dos principales partidos, PSOE y PP, acordaron modificar la constitución española para dar prioridad absoluta al pago de la deuda, de esta forma se anteponen los intereses de una élite económica por encima de la mayoría social. Esa constitución que tan intocable es para algunas cosas, se modificó sin ningún debate social ni referendum. Esas reglas de juego limitan mucho, por ejemplo, poder hacer otra política fiscal más redistributiva.
No hay intención de revisar ningún decisión que se haya adoptado hasta el momento. Se va a seguir profundizando en las mismas políticas y habrá nuevas reformas y nuevos recortes. Bruselas ya le ha puesto los deberes al Estado español y el gobierno de turno que finalemente salga los va a cumplir, porque comparten el mismo modelo económico. Lo mismo da que sea el PP o el PSOE.
En lo que respecta a Euskal Herria, la prioridad pasa por hacer un camino propio hacia otro modelo. En nuestra opinión, es el momento de abrir el melón del debate sobre el Modelo Vasco de Relaciones Laborales.