A finales de agosto el paro registrado en los servicios públicos de empleo repartidos por Hego Euskal Herria ascendió a un total de 169.161 personas; de ellas el 56,7% son mujeres y el 43,3% hombres.
Como consecuencia de este aumento la tasa de paro se sitúa ligeramente por encima del 12,7% (porcentaje de la población activa según la EPA del 2º trimestre), mientras que la media de la Unión Europea (correspondiente a julio) es del 7,7%.
Después de seis meses consecutivos de reducción el número de personas desempleadas ha vuelto a aumentar, en concreto un 1,3% respecto al mes anterior. Además, en Gipuzkoa y Araba la evolución ha sido especialmente negativa, con aumentos del 2,9% y el 2,5% respectivamente. Tan sólo en Nafarroa ha descendido medio punto (-0,5%).
(En relación con el año anterior la cifra de paro registrado se ha reducido en 12.852 personas, lo que supone un 7,1% menos).
Pero más negativo todavía ha sido el comportamiento de la afiliación a la Seguridad Social, ya que en agosto la media mensual ha caído en 11.959 afiliaciones en el conjunto de los cuatro territorios.
En lo que refiere a la precariedad, cabe destacar que el 94,4% de los contratos firmados en agosto fueron temporales (el 92,9% si tenemos en cuenta la contratación acumulada desde enero).
Respecto a la protección por desempleo, menos de un tercio de las personas consideradas oficialmente en paro reciben algún tipo de prestación, ya sea ésta contributiva o asistencial.
Además, la desprotección por desempleo es mucho mayor cuanto más elevada es la vulnerabilidad de las personas desempleadas y más se alarga en el tiempo su situación de exclusión laboral. Este hecho constituye una contradicción absurda que viene provocada por el diseño de las actuales políticas pasivas de empleo.