Desde LAB queremos denunciar la muerte de Said, persona que vivía en la calle que ha muerto hoy en el Polideportivo de Miribilla de Bilbo, uno de los lugares habilitados en el contexto de la crisis del COVID-19 para las personas sin hogar.
Como han apuntado diversos medios, supuestamente la persona fallecida no tenía síntomas de COVID-19, por lo que se trataría de una “muerte natural”. Desde LAB tenemos claro que morir en situación de pobreza y exclusión social no es de ninguna manera una muerte natural. La pobreza tiene responsables concretos y es consecuencia del modelo capitalista neoliberal. Además, se han visto otra vez las deficiencias del sistema de protección social del Gobierno Vasco, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.
Asimismo, queremos mostrar nuestra solidaridad, apoyo y reconocimiento a todas las trabajadoras de los servicios sociales, así como a la gente que participa en las redes de solidaridad de muchos barrios y pueblos. Sin las trabajadoras que están en primera línea ni la fuerza popular que se ha articulado alrededor esas redes, la crisis del COVID-19 sería muchísimo más dura para los colectivos más vulnerables.