Las seis personas trabajadoras que aún quedan en la plantilla de la empresa de construcción Muriba S.L. están en huelga indefinida desde ayer dado que Ibañez Construcción, empresa matriz y del mismo dueño, les adeuda tres meses de sueldo. El sindicato LAB quiere denunciar firmemente la desfachatez de Ibañez Construcción, dado que a pesar de cobrar millones de euros para realizar obras públicas (Instituto Navarro de la Memoria, instituto de Lumbier…), ha decidido dejar caer a su filial y condenar a la precariedad a sus trabajadores.
Construcciones José Miguel Ibáñez cobrará este año varios millones de euros por parte del Gobierno de Nafarroa para la transformación del palacio del Marqués de Rozalejo en el Instituto Navarro de la Memoria y para la construcción del nuevo instituto de bachillerato de Lumbier. Pero, a pesar de ello, aduce no tener dinero suficiente para pagar el sueldo de los pocos trabajadores que quedan en otra empresa suya -Muriba S.L., con sede social en el mismo lugar que la empresa matriz-, que subcontrata a través de otra empresa suya -Ibañez Construcción, con sede social en el mismo lugar que la empresa matriz-.
La plantilla de Muriba se concentró por primera vez el pasado 29 de agosto, junto al palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona, para denunciar su situación. Ahora, dado que esa situación se ha agravado aún más con el anuncio oficial del concurso de acreedores, se han puesto de huelga indefinida y este viernes, 13 de septiembre, se concentrarán en la Plaza del Ayuntamiento a las 09:30.
Las personas trabajadoras califican de burlesco que el gerente de su empresa se sentara a hablar con ellos solo tras verse forzado por la plantilla al realizar la primera concentración de denuncia y que pusiese como excusa para el impago que “no hay dinero”. Al sindicato LAB se le hace inexplicable que a las empresas se les permita construir estos entramados empresariales, que no buscan nada más que obtener más beneficios a costa de precarizar a sus trabajadores y trabajadoras. En ese sentido, a LAB le parece una desfachatez que los dueños de Muriba digan que no tienen dinero cuando sus otras empresas facturan millones de euros provenientes de las arcas públicas.
Los y las trabajadoras quieren poner de relieve que seguirán denunciando y peleando hasta el final, en defensa de sus puestos de trabajo, por unas condiciones de trabajo y de vida dignas. La próxima cita, como se ha dicho, el 13 de septiembre en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea. Los trabajadores hacen un llamamiento especial a todas las personas del sector de la Construcción para que participen en la denuncia de este caso, puesto que en él se dan circunstancias y maneras de actuar que se repiten en otras empresas.