A pesar de que el paro ha descendido desde el año pasado, ha aumentado desde junio, alcanzando actualmente la cifra de 135.326 personas paradas, siendo el sector servicios el que mayor aumento registra.
Nos hemos querido centrar dos tendencias principales:
En primer lugar, el proceso de terciarización de nuestra economía. Por todos y todas es sabido que la industria tiene cada vez menos peso en el PIB en beneficio del sector de servicios, y los datos del paro de este mes confirman esta tendencia. A pesar del aumento del desempleo en este mes, la afiliación por cuenta ajena ha aumentado considerablemente en el sector de los servicios. Mientras la construcción y la industria han perdido afiliación, los servicios tienen cada vez más personas ocupadas. Asimismo, el aumento del desempleo más acusado ha sido en los servicios, y aunque a primera vista puedan parecer datos contradictorios, se puede observar que los y las trabajadoras inscritas como demandantes de empleo priorizan el trabajo en los servicios.
Por otro lado, cabe destacar la situación del desempleo femenino y sus precarias condiciones laborales. De hecho, el paro ha aumentado especialmente entre las mujeres y actualmente el 59,09% de las personas desempleadas son mujeres. Además, es muy notable la forma en la que se han suspendido los contratos fijos discontinuos de mujeres en verano: se han suspendido el 60,62% de dichos contratos en verano.
Los datos de paro del mes de julio muestran, por tanto, la inestabilidad del empleo que se genera y que las que lo sufren son mayoritariamente mujeres.
LAB opina que se debe acabar con la división sexual del trabajo, ya que son los sectores feminizados los que presentan las condiciones laborales más precarias e inestables. Por otro lado, es imprescindible que los sectores feminizados, con especial atención a los trabajos esenciales y de cuidado, sean reconocidos y valorados para que se acabe esta situación de discriminación.