La lucha sí ha dado sus frutos. Desde el comienzo de la crisis Euskal Herria ha venido contestando. Hemos respondido a la serie de ataques que se nos vienen imponiendo, incluso con varias huelgas generales, y lo más imporante, día a día, en empresas, en sectores y en la calle.
También la patronal se las prometía muy felices con la reforma laboral que le regalaron en Madrid. Y, sin embargo, la lucha que estamos llevando a cabo en empresas y sectores ha dado sus frutos: estamos blindando nuestros convenios ante esa reforma laboral. Esta huelga tiene que servir para dar un impulso también a esa lucha. Queremos construir otro modelo, pero otro modelo social y laboral es imposible sin instrumentos como la negociación colectiva, y no hay modelo posible sin derechos laborales.
La situación de emergencia social nos obliga a dar una respuesta contundente
Los niveles de desempleo son insostenibles e inaceptables, y cada vez más gente no recibe ningún tipo de prestación; continúan en sus políticas de privatizaciones, tanto desde Madrid, como desde Iruñea y Gasteiz; es toda una estrategia de empobrecimiento, con los salarios, las pensiones y la protección social en el punto de mira.
Ante todos los ataques que llegan de Madrid, hacen caso omiso a lo que reclama la sociedad de Euskal Herria y se alinean con el capital. Dicen, a veces, que están obligados a ello, pero otras muchas, como en la próxima reforma de las pensiones, tanto UPN como PNV dan su pleno apoyo.
Todas esas políticas tienen como objetivo enriquecer aún más a unos pocos y son las que nos han traído a esta situación de emergencia: no es fruto de la crisis, sino consecuencia directa de las políticas que se están aplicando con excusa de la crisis. Nos están llevando a la ruina y lo saben. Tenemos que obligar a que cambien las prioridades de los gobiernos de Euskal Herria: de los intereses de la banca y las grandes mutinacionales –o el provecho personal, como en el caso escandaloso de UPN- a la mayoría social trabajadora.
Más que una respuesta
Debemos dar la respuesta más contundente que esté en nuestra mano y ésa es la huelga general. Hemos respondido hasta el momento y ha tenido sus frutos, pero no es suficiente. Por eso, debemos poner en marcha todo un plan, un plan para aunar fuerzas, para unir y activar a toda la sociedad y para construir la alternativa entre todas y todos.
No queremos volver a tiempos pasados. Necesitamos un verdadero cambio social en Euskal Herria y entre todas y todos tenemos que decidir en qué debe basarse ese cambio. Necesitamos una alternativa que deje de mirar al desastre al que nos aboca Madrid y que se base en las decisiones que tomemos aquí la mayoría social trabajadora de nuestro pueblo.
Va a ser un proceso social que dé la vuelta a la situación y como primer paso vamos a, entre todas y todos, conformar la carta social de Euskal Herria. Y esta huelga, además de ser una respuesta rotunda y un acto de desobediencia y compromiso, será un impulso decisivo a este proceso social.
30 de mayo
HUELGA GENERAL
{module[111]}