El diputado de Hacienda de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, ha asegurado hoy mismo que la reforma del Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas ya está preparada, y que su principal objetivo es dejar a las participaciones empresariales exentas del pago del impuesto.
De esta forma, el gobierno foral del PNV pretende devolver a la clase empresarial guipuzcoana viejos privilegios y prebendas, con el objetivo de minorar su contribución al sostenimiento de los servicios públicos y a la redistribución de la riqueza.
Además, contextualiza esta reforma en un momento en el que se están registrando “buenos datos de recaudación”, demostrando así que algunos no han aprendido nada del pasado más reciente, como cuando decidieron derogar en 2008 el Impuesto sobre el Patrimonio.
De esta forma, el gobierno foral del PNV pretende devolver a la clase empresarial guipuzcoana viejos privilegios y prebendas, con el objetivo de minorar su contribución al sostenimiento de los servicios públicos y a la redistribución de la riqueza.
Además, contextualiza esta reforma en un momento en el que se están registrando “buenos datos de recaudación”, demostrando así que algunos no han aprendido nada del pasado más reciente, como cuando decidieron derogar en 2008 el Impuesto sobre el Patrimonio.
Sin duda alguna, la reforma del Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas planteada por el PNV se traducirá en una merma de recaudación, de la que sólo se aprovechará una minoría. Asimismo, supondrá la reapertura de nuevas vías para la elusión del impuesto a través de maniobras empresariales de ingeniería fiscal.
En definitiva, estamos ante un nuevo retroceso en la consecución de un sistema fiscal más justo y equitativo.