Al parecer, para la Dirección del Banco, el convenio solo lo tiene que cumplir la plantilla. Ellos pueden hacer y deshacer a su antojo. Se creen que pueden disponer de nosotros y nosotras como les venga en gana, trasladarnos más allá de los 25 kilómetros que se establecen para la movilidad o ponernos encima de la mesa una carta de despido si no aceptamos sus pretensiones. A esto hay que sumar que quieren cambiar de empresa a unos 40 trabajadores y trabajadoras, algunos con más de 40 años de antigüedad, y pasar a pertenecer a una empresa del grupo Banco Sabadell recién constituida.
Sí, están violando nuestros derechos y hay que denunciarlo. Estamos hartos y hartas de que se juegue con nuestras vidas, que se pongan en peligro, ya que tener que trasladarnos diariamente a muchos kilómetros de nuestra residencia, aumenta el riesgo de tener accidentes de trabajo, y lo saben.
Les preocupa muy poco nuestra vida privada, nuestras necesidades de conciliación familiar, que nuestros hijos e hijas no tengan la misma atención, o por lo menos, que la misma sea menor al tener menos tiempo para atenderles, y así un largo etc. de cuestiones a las que pretenden que renunciemos para “salvar” nuestro puesto de trabajo. Si no aceptamos su amenaza y nos vamos “de forma voluntaria” nos amenazan con el despido.
Ya está bien y la Dirección del Banco tiene que saber que no somos monigotes, que tenemos derechos y que debe respetarlos.
Por todo esto hacemos un llamamiento, en primer lugar a la plantilla, para que no se acobarde, que defienda sus derechos y que de mantenerse las amenazas, las presiones y el chantaje recurra a la representación sindical para, entre todos, dar los pasos necesarios y denunciar esta situación a todos los niveles, jurídico y público.
En segundo lugar, llamamos al resto de fuerzas sindicales a hacer frente a esta gravísima situación y a poner todos los medios sindicales y movilizadores para evitar que se sigan produciendo los mismos. Todos conocemos que son decenas las personas que están siendo trasladadas a oficinas y que muchas de ellas están siendo presionadas.
Podemos y debemos impedir que el Banco Sabadell conculque los derechos de la plantilla y exigirle que los respete. Ni un paso atrás.