En el tercer trimestre del año se han destruido 22.000 puestos de trabajo en el conjunto de Hego Euskal Herria, una cifra que se suma a los 44.600 empleos perdidos en la primera mitad de 2012.
Tan sólo la notable disminución de la población activa ha permitido amortiguar el incremento del desempleo, y a pesar de ello la tasa de paro en Hegoalde ha escalado hasta el 15,4%. Esta reducción de la población activa podría estar enmascarando un fenómeno conocido como “paro desanimado”, porque ante la imposibilidad de encontrar un empleo se termina abandonando la búsqueda activa de trabajo.
En todo caso, la tasa de paro de Hego Euskal Herria se encuentra muy por encima de la media de la Unión Europea (10,5%) y sólo hay cuatro estados miembros de la UE con una tasa de paro superior a la nuestra: el Estado español (25,1%), Grecia (24,4%), Portugal (15,9%) y Letonia (15,9%).
Pero si hay un dato abrumadoramente escandaloso es la tasa de paro entre la juventud vasca. El 40% de la población activa con menos de 25 años está en paro en Hego Euskal Herria, mientras que la media de la UE está en el 22,7%.
A la vista de los duros efectos de esta segunda recesión y del alargamiento de la crisis, no cabe duda de que el desempleo juvenil lleva camino de convertirse en un problema estructural que marcará a toda una generación, condicionando gravemente su futuro laboral y vital.
Por esa razón, es imprescindible un cambio radical de las políticas que en la actualidad están orientadas a imponer la disciplina presupuestaria y la competitividad a costa del empobrecimiento generalizado de la población, desatando para ello una brutal ofensiva contra los salarios, las prestaciones sociales y los servicios públicos esenciales.
Estas políticas, lejos de ser una solución a la crisis, suponen un lastre para recuperación económica y están provocando el agravamiento de la situación. De hecho, a juzgar por las previsiones de algunos organismos internacionales, podemos hablar de una década perdida para los países de la periferia europea; aunque probablemente sean necesarios más de diez años para recuperar el nivel de empleo existente antes de la crisis.
Por último, recordar que hoy mismo el Ministerio de Empleo tiene previsto presentar varios informes para promover el endurecimiento del acceso a la jubilación, una iniciativa que de llevarse a cabo supondría un nuevo obstáculo para la inserción laboral de las generaciones más jóvenes. Si finalmente el gobierno del PP cumple sus amenazas el sindicato LAB estudiará la respuesta a dar frente a esta nueva agresión antisocial.