A partir de mañana, jueves 10 de enero, entre las 10:30 y las 23 horas circularán 50 trenes menos los días laborables en Metro Bilbao. La reducción de frecuencias es una decisión unilateral de la dirección que no cuenta con el respaldo de ningún sindicato y por primera vez en 17 años Metro Bilbao reduce el servicio de trenes en vez de aumentarlo.
La dirección de Metro Bilbao ha impuesto el denominado “servicio de invierno 2013” sin que ninguna fuerza sindical representada en el comité de empresa haya dado el visto bueno a esta medida.
De los 20 trenes por sentido y hora que habitualmente circulan los días laborables, se pasará a 18, lo que supone que cada hora haya 4 circulaciones menos. El sindicato LAB advierte que esta reducción del servicio va a suponer que en tramos horarios de alta afluencia (hora punta) como puedan ser de las 14 a 15:30 horas (hora de la comida) y 18 a 20:30 horas (horario de salida de oficinas) las aglomeraciones en andenes e interior de trenes serán habituales. Especialmente en los recorridos de Línea 2 (Basauri-Santurtzi) que actualmente son los que mayor tráfico de pasajeros registran.
LAB quiere denunciar que con esta supresión de trenes la dirección busca reducir la plantilla de conducción a costa de una disminución de la calidad del servicio. Esta medida es ilógica en una empresa en expansión como es Metro Bilbao y que a finales de este año 2013 contará con una nueva estación, Kabiezes. Además, es contradictoria al acuerdo ratificado por dirección y sindicatos en mayo de 2012 que estimaba la plantilla estructural de conducción en 166 personas.
El sindicato LAB estima que en 2012 se ha producido un ligero descenso de desplazamientos los días laborables que no alcanza el 2% respecto a 2011, sin embargo la medida impuesta por la dirección de Metro Bilbao supone una reducción de más del 10% del número de trenes ofertados actualmente. Esta medida es, por tanto, desproporcionada e ilógica en función del análisis de la evolución de los datos estadísticos de este medio de transporte.
La decisión de recortar el servicio en días laborables, sumada a que ya no se realizan refuerzos ante eventos especiales, puede suponer que las medidas de seguridad mínimas exigibles ante grandes previsiones de afluencia de clientes no sean suficientes. Prueba de ello fue el concierto de Extremoduro celebrado en el BEC el pasado mes de octubre, o sin irnos tan lejos el último partido de futbol en San Mamés entre el Athletic Club y el Zaragoza. Las imágenes que pudimos observar de esos días con accesos cerrados, aglomeraciones en expendedoras, canceladoras abiertas, andenes llenos a rebosar y trenes que eran incapaces de absorber tan volumen de personas nos demuestran que la dirección de Metro Bilbao está primando el rendimiento económico frente a la seguridad y la calidad del servicio.
Bizkaia en general, y el Gran Bilbao en particular necesitan un transporte público accesible, de calidad y acorde a las necesidades de la ciudadanía. Sin embargo, la dirección de Metro Bilbao, lejos de adaptarse a lo que la sociedad le demanda se obceca en reducir el servicio y las prestaciones. En opinión de LAB la dirección de Metro Bilbao debe realizar un cambio en sus políticas de gestión, de manera que se garantice la administración de los recursos públicos de una manera transparente, avalada por la participación social y sindical.
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