Desde LAB hemos elaborado informes mediante los que hemos denunciado que la crisis económica estaba siendo utilizada por los más ricos para incrementar su riqueza a costa del conjunto de la sociedad. Hemos denunciado que las políticas de socializar las pérdidas, consecuencia de las burbujas financieras, sólo iban a perpetuar la crisis en beneficio de la cuenta de resultados de bancos y accionistas. Y, hemos dicho reiteradamente que era la excusa perfecta para intensificar la explotación laboral, la precariedad y la exclusión social.
Desde LAB hemos elaborado informes mediante los que hemos denunciado que la crisis económica estaba siendo utilizada por los más ricos para incrementar su riqueza a costa del conjunto de la sociedad. Hemos denunciado que las políticas de socializar las pérdidas, consecuencia de las burbujas financieras, sólo iban a perpetuar la crisis en beneficio de la cuenta de resultados de bancos y accionistas. Y, hemos dicho reiteradamente que era la excusa perfecta para intensificar la explotación laboral, la precariedad y la exclusión social.
Que el 1% de la población, los más ricos, tenga más riqueza que el 99% del resto de la población, las personas pobres y desfavorecidas, es un dato que por si sólo invalida la estrategia neoliberal de salida a la crisis.
Pero aquí, en Euskal Herria, las mismas políticas de desigual reparto de la riqueza que nos metieron en la crisis se siguen haciendo impunemente. Los ricos evaden impuestos. Las rentas de capital pagan menos que las rentas de trabajo. Los servicios públicos son utilizados para que unos cuantos hagan negocio con ellos a costa del deterioro y reducción de las prestaciones. El dinero regalado a los bancos no se invierte en la economía productiva sino en la especulación y, a nuestro pueblo, de la mano del Estado y de quienes actúan de comparsas, se le niega la posibilidad de hacer políticas propias, adecuadas a la realidad de nuestro tejido productivo y social en beneficio de la ciudadanía vasca.
Nos reafirmamos en la dinámica de movilización impulsada por la Carta de Derechos Sociales y Alternatiben Herria y creemos, que hay que poner fin de una vez por todas a esta estrategia. Cambiar las prioridades de actuación en sintonía con el programa social de la Carta e incrementar la movilización social como la mejor garantía para conseguirlo.