La Audiencia Provincial de Araba ha desestimado el recurso de LAB contra la decisión del juzgado de instrucción número 2 de Gasteiz, por lo que no se podrá juzgar al núcleo operativo encargado de idear, planear, organizar y ejecutar toda la trama de las filtraciones en la OPE de facultativos de Osakidetza. Esta decisión ha dejado la puerta abierta de la impunidad para la antigua dirección de Osakidetza.
Resulta paradójico que, a pesar de contar con una veintena de investigados e investigadas, ni una sola persona con responsabilidad en el diseño de una OPE plagada de filtraciones vaya a declarar en calidad de imputada.
En esta instrucción, para el sindicato LAB, hay ciertos elementos de importancia que deben ponerse de manifiesto:
La falta de colaboración de las diferentes direcciones de Osakidetza ha sido una constante desde el minuto uno. Su actitud ha sido entregar -muchas veces con demoras y de manera incompleta- la información que, a impulso de LAB y a cuentagotas, el juzgado les ha ido requiriendo, consiguiendo así tras este último Auto, que los exámenes de la mayoría de categorías judicializadas, custodiadas por Osakidetza, no puedan ser analizadas.
La falta de ambición y determinación para la búsqueda de la verdad ha rodeado esta instrucción que dura ya cuatro años, en los que el sindicato LAB ha actuado de tractor ante la sorprendente falta de iniciativas del resto de acusaciones. Es una constante que en su momento Txirrita adelantó que, las prácticas corruptas y delitos de “guante blanco” ni se persiguen, ni se castigan: “Lapur txikiak kastigatzeko, nonahi badago kartzela. Haundiak hor ikusten ditut, paseoan dabiltzala” (“Para castigar a ladrones pequeños, utilizan siempre la cárcel. Ahí veo a los grandes, que andan de paseo”).
La falta de apoyos del resto de acusaciones en diligencias fundamentales ha sido un hecho sorprendente y seguimos sin comprender cómo quienes públicamente han señalado a la dirección y hablado de red clientelar, no han solicitado en ninguna ocasión la imputación de la antigua dirección pervirtiendo un proceso al reducirlo en muchas ocasiones a un espectáculo mediático de corto recorrido.
Acaba una instrucción con 21 categorías investigadas, en la que hemos podido sacar a la luz reuniones de altos directivos de Osakidetza y el IVAP con filtradores para plantear tratos que ocultasen las filtraciones. Hemos demostrado cómo la dirección tuvo conocimiento previo de filtraciones y no actuó ni antes ni después de producirse, hasta que LAB publicó su análisis estadístico que comprometió 19 categorías. Hemos conseguido conocer cómo de manera directa la dirección permitía romper el anonimato de las pruebas y demostrar cómo en el diseño de la OPE se instrumentalizó al IVAP para que fuese Osakidetza quien finalmente determinase uno por uno los expertos que realizarían los exámenes en nombre del Instituto vasco, en los pocos exámenes que la magistrada ha accedido a solicitar, hemos conseguido descifrar cuáles eran las consignas seguidas por las y los opositores dopados, etc.
Hoy nos encontramos con que las actuaciones de la dirección de Osakidetza no van a poder ser castigadas judicialmente y se van a saldar con unas dimisiones que, para LAB, no son suficientes dada la magnitud del fraude.
Por otro lado, somos conscientes de que el fallo frustra las opciones de ir hasta el fondo de la cuestión y afianza la impunidad de quienes diseñaron el fraude, pero constatamos un cambio de escenario evidente para las próximas OPEs de facultativos como consecuencia de la acción sindical y judicial llevada a cabo por LAB.
Estamos orgullosas de nuestro trabajo que además del mismo auto, reconoce la sociedad y la propia plantilla de Osakidetza. Gracias a nuestra actividad procesal se ha podido conocer lo sucedido y la convicción de que se estaban alterando los procesos de acceso al empleo público en Osakidetza es generalizada. Desenmascarar esta realidad que venía produciéndose desde hace décadas ha sido uno de los retos cumplidos por esta parte.
El procedimiento no ha finalizado y existen muchas posibilidades de que se llegue a celebrar un juicio. Entre los y las investigadas hay diferentes grados de participación y aunque serán juzgados los grados más bajos, LAB no renuncia a que las personas que diseñaron la OPE tengan que explicar sus actuaciones en el mismo y aunque no puedan ser objeto de sanción penal, la sociedad pueda conocerlas.
No podemos olvidar agradecer y mostrar nuestra solidaridad a todas las personas que se han puesto en contacto con LAB y han colaborado durante estos años para acabar con las filtraciones en Osakidetza. Asimismo, repudiamos las actuaciones de diferentes responsables actuales que asfixian a quienes han denunciado éstas y otras prácticas corruptas.
Maltrato al talentoso y amiguismo para el corrupto, ésta es una constante muy habitual en Osakidetza, que se ha puesto de manifiesto de nuevo en esta ocasión, y que tiene mucho que ver con la situación actual de la sanidad pública y de la plantilla que trabaja en Osakidetza.
Seguiremos trabajando para que la confluencia entre acción sindical, movilizaciones, conciencia social y depuración de responsabilidades propicie un cambio en el modelo de gobernanza en Osakidetza.