La acampada de 24 horas iniciada ayer en la Plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz por la publificación del servicio de ambulancias de la CAV ha terminado con una concentración. Aunque la tarde de ayer la Policía Municipal de Gasteiz nos ha obligado a suspender la acampada, la mañana de hoy se ha realizado el taller que estaba programado.
Comunicado que se ha leído en la movilización:
Para empezar queremos agradecer a todas y todos los que os habéis acercado a colaborar en esta lucha, tanto hoy como a las convocatorias de ayer, hasta que, bajo el mandato del PNV, la policía nos obligó a recogerlo todo.
Desde LAB nos hemos visto obligadas a hacer esta acampada para denunciar la insostenible situación del sector de las ambulancias en la CAV que entendemos que es crítica. La gestión privada nos ha llevado a ello y exigimos que este servicio esencial se haga público. No sólo tenemos la falta de material, las bajas sin cubrir y el impago o retraso de nóminas constantemente, sino también unas condiciones laborales que no respetan los derechos fundamentales de las y los trabajadores, como no respetar los descansos reglamentarios en los calendarios laborales, no tener uniformes, contratos fraudulentos, etc. Esta precarización, además de afectar a quienes trabajamos aquí, incide directamente en la calidad del servicio que se ofrece a la ciudadanía.
El resultado es un servicio lleno de lagunas: retrasos, descoordinación y en los casos más graves, pacientes que no pueden acudir a los tratamientos o urgencias que no reciben atención lo suficientemente rápido. Esto es inaceptable para un servicio que debe garantizar la salud y la seguridad de las personas.
El ejemplo más reciente lo tenemos en el caso de Araba y Bizkaia, gestionado por Grup La Pau: una empresa con deudas con sus trabajadores y trabajadoras, que no reúne los requisitos mínimos para ofrecer un servicio de calidad y que ofrece un servicio deficiente tanto a trabajadoras y trabajadores como a la ciudadanía. Sabemos que el Gobierno Vasco le va a quitar la concesión, pero las noticias nos llegan a través de la prensa. Mientras tanto, el personal sigue en la incertidumbre y sin una respuesta clara por parte de las autoridades.
Ayer iniciamos la acampada con diversas movilizaciones y acciones solidarias con total normalidad y alta participación, pero sobre las seis de la tarde, el PNV mandó a la policía a sacarnos de allí. Entonces, nos obligaron a levantar la acampada mientras hacíamos la chocolatada solidaria. En lugar de atender nuestras peticiones de reunión y buscar soluciones, prefieren mandar a la policía y callar nuestras reivindicaciones.
Pero que quede claro: ¡no nos callarán! Esta lucha continúa, y nuestras exigencias son firmes. El Gobierno Vasco debe asumir la responsabilidad que tiene, pagar sus deudas con los y las trabajadoras y poner fin a la privatización de un servicio esencial. Hoy más que nunca reclamamos un servicio público y digno para todos.
¡Publificación ahora!