Aunque quieran hacer creer lo contrario Adegi no ha propuesto nada nuevo. La patronal solamente quiere avanzar hacia la desregularización de las relaciones laborales porque les permitirá hacer y deshacer mientras que la mayoria de la población sufre las consecuencias.
Es rotundamente falso que en Adegi pretendamos imponer un modelo de relaciones individualizadas. No entendisteis bien lo que nuestro presidente, Guibelalde, quiso decir con “interlocución directa con las personas de nuestras empresas”. Lo que queremos es promover una nueva cultura empresarial, basada en “el acuerdo, el compromiso, la trasparencia”. ¡Adegi trae la “revolución”!
Se trata de una tercera vía, “complementaria con la negociación colectiva”. Podemos seguir negociando, a ser posible a la baja, que ya sabemos que tendremos sindicatos dispuestos a firmar lo que les pongamos por delante. Ellos también necesitan su txokito. Y después, en las empresas, ya seguiremos la “tercera vía”, vamos, que ya veremos por dónde nos pasamos lo firmado. Porque, como todo el mundo sabe y le hemos dicho a todas nuestras empresas, las condiciones recogidas en un convenio “no constituyen derechos adquiridos”.
Que vayan subiendo uno por uno al despacho y allí ya nos apañaremos, a uno cinco, a otro cuatro y medio y al otro tres. Uno 50 horas más y otro que haga las funciones de tres. ¿Que alguien no está de acuerdo? Pues con todo nuestro compromiso y con toda nuestra trasparencia y participación, le enseñamos dónde está la puerta.
Que estamos en un cambio de época y esta época tiene que ser nuestra. El Gobierno Vasco sí que lo entiende. Ése es el modelo de relaciones “propio, avanzado y moderno” que defiende Tapia, “impulsa la comunicación”. Como ella misma dice, la propuesta de Adegi debe ser contextualizada en un momento de bloqueo de las relaciones laborales, bloqueo del que son culpables los sindicatos que, además, con su conflictividad laboral, no están haciendo más que destruir empleo y llevar a este país a la ruina. No quieren aumentar la competitividad de nuestras empresas, que, como todo el mundo sabe, se fundamenta en aumentar la productividad y bajar los sueldos. Es que son de un insolidario…
El nuevo modelo de Adegi es, realmente, una fórmula tan antigua que es anterior a cualquier regulación laboral. Eso sí, disfrazada de buenismo y con palabras biensonantes.
El bloqueo en la negociación colectiva no es nada nuevo, ni ha empezado con la crisis. Si hay que contextualizar por qué viene la propuesta de Adegi ahora y en lo que se fundamenta, la razón es clara: la crisis es la excusa y el momento propicio. Con la reforma laboral en la mano, la correlación de fuerzas se ha escorado totalemente a su favor.
Unas relaciones laborales completamente desregularizadas donde la patronal hace y deshace a su antojo, con una visión cortoplacista, destruye empleo directamente, bien mediante despidos bien mediante alargamiento de jornadas, y destruye empleo de manera indirecta, ya que el empobrecimiento de la mayoría de la población repercute en otros sectores como, por ejemplo, el comercio o la hostelería.
El modelo de relaciones laborales está estrechamente ligado con el modelo económico y social que queremos para Euskal Herria. No es un problema estrictamente laboral, es un problema político. Un modelo como el que defiende la patronal, no es avanzado ni moderno, no trae consigo más que empobrecimiento.
Los gobiernos de Euskal Herria deben decidir qué tipo de modelo económico y social quieren para nuestro pueblo. Si dejan hacer a la patronal, conseguirán un modelo basado en la pobreza y desde el que será imposible reactivación económica alguna. La competitividad no se consigue bajando salarios, sino invirtiendo en valor añadido. Además, es mentira que exista un problema de productividad, ya que Euskal Herria ocupa el tercer puesto a nivel europeo, muy por encima de Francia o Alemania.
Un nuevo modelo de relaciones laborales debe estar fundamentado en tres pilares básicos: su prioridad debe ser el empleo, debe estar basado en el acuerdo entre las partes y debe constituir un ejercicio político democrático. Sobre estas tres bases defenderá, luchará y hará su propuesta LAB.