PENSIONES
SIGUEN ACELERANDO EL EMPOBRECIMIENTO
Las últimas reformas adoptadas por los diferentes gobiernos no hacen más que empeorar una situación que ya era muy grave. Estas decisiones no son demográficas, sino decisiones políticas premeditadas que lo único que hacen es hacer desaparecer la protección social. ¿Alguien realmente cree que con una reforma laboral, la destrucción del empleo público y de calidad, los despidos libres, la devaluación salarial, la exoneración de las cotizaciones, la fiscalidad favorable al capital se pueden mantener las pensiones? Su objetivo no es garantizar pensiones dignas, sino degradarlas lo suficiente para provocar la contratación de planes de pensiones privados.
No es ninguna novedad
En el 2011 Zapatero introdujo dos medidas de fuerte impacto: en primer lugar, se pasó la edad de jubilación de 65 a 67 años y se aumentó el periodo de cómputo para el cálculo. Y, en segundo lugar, se aplicó el llamado factor de sostenibilidad para cambiar los parámetros del sistema en función de la esperanza de vida a partir de 2007. Con estas medidas, las personas pensionistas y jubiladas ya han visto mermado en un 4,8% su poder adquisitivo. Para una persona que cobra 600 euros, ello supone haber perdido 30 euros al mes en dos años.
La situación no cambia al otro lado del Bidasoa. Aunque la ciudadanía saliera a la calle para hacer oír su voz, el Gobierno de Nicolas Sarkozy llevó adelante su reforma atrasando la edad de jubilación y aumentando los años de cotización necesarios para acceder a una pensión plena. No ha sido la única, las diferentes reformas llevadas a cabo en los años 90 y posteriormente en 2003 han dificultado mucho la posibilidad de acceder a una pensión plena, disminuyendo así en un 20% (desde 1993) las pensiones percibidas por las personas jubiladas.
Un nuevo año de reformas
Con la llegada al poder de Rajoy las cosas no han hecho más que empeorar. Las medidas tomadas a lo largo del año han provocado un endurecimiento de la jubilación anticipada y parcial y han decretado la desaparición de la revalorización de las pensiones según el IPC, y por consiguiente, la aceleración del proceso de empobrecimiento.
En Ipar Euskal Herria con la llegada al poder de François Hollande y sus promesas electorales asegurando que volvería a fijar la edad de jubilación a los 60 años, crearon falsas esperanzas. En realidad está siguiendo el camino emprendido por su predecesor. Esta reforma no es diferente a las demás, son injustas y no tienen otro fin que “tranquilizar” a los mercados financieros.
Otro sistema es viable
LAB ha denunciado el efecto negativo sobre las actuales y futuras pensiones de todas estas reformas y de la necesidad de la movilización y la necesidad de dar pasos reales en la consecución de un sistema propio de protección social. Es preciso cambiar las reglas de juego.
Otro sistema es posible, pero exige dos condiciones: la primera, contar con la capacidad política y económica plena para tomar nuestras propias decisiones, para que podamos garantizar aquí nuestras pensiones; en segundo lugar, pensamos que la viabilidad de un sistema propio pasa por superar las bases del Pacto de Toledo. LAB propugna un modelo integral de garantía de rentas y protección social: junto a políticas de empleo de calidad y desarrollo de los servicios públicos, financiación mixta, eliminación de bonificaciones fiscales a planes y fondos de pensiones, superación de la desigualdad de género en el sistema de pensiones y el aumento de gasto en pensiones que se encuentra actualmente por debajo de la media europea.
Les dernières réformes adoptées par les gouvernements successifs aussi bien français qu’espagnol ne font qu’empirer la situation des personnes retraitées. Même si l’argument d’une population de plus en plus âgée est bien souvent avancé, ces décisions ne sont pas démographiques mais uniquement politiques et ont l’objectif simple de faire disparaître la protection sociale.
La perte du pouvoir d’achat ne date pas d’hier, les réformes entreprises par Zapatero en 2011 reculent l’âge de la retraite de 65 à 67 ans ou augmentent le nombre d’annuités permettant d’accéder à une retraite à taux plein. Les personnes vivant au nord de la Bidassoa ne sont pas mieux loties. Les réformes successives ont contribué à une diminution des pensions de 20% depuis 1993.
Les attaques ne cessent pas. L’arrivée de Rajoy et de Hollande au pouvoir n’a fait qu’empirer la situation des personnes retraitées. L’Etat espagnol a décidé de ne plus se baser sur l’indice des prix à la consommation, ce qui entraînera automatiquement un appauvrissement. En France, François Hollande, allant à l’encontre de ces promesses électorales, continue à augmenter le nombre de conditions à remplir pour pouvoir accéder à une retraite à taux plein.
Un autre système est possible, ce n’est qu’une question de volonté. Des décisions telles que la suppression des exonérations de cotisations dont bénéficient les entreprises, l’augmentation des salaires et donc des cotisations, la création d’emploi ou le partage du travail de manière plus juste en combattant la précarité et le chômage. Il est temps de lutter pour qu’au Pays Basque nous ayons la capacité politique et économique de faire nos propres choix dans l’intérêt des personnes vivant ici.