El secretario general adjunto de LAB, Igor Arroyo, y la responsable de análisis de la Fundación Ipar Hegoa, Oihana Lopetegi, han comparecido para presentar el informe «Ikusmiran» sobre la situación socio-económica actual y reivindicar las medidas urgentes que requiere la situación de sindemia: una política pública de empleo, una apuesta decidida por los servicios públicos y una nueva política fiscal.
En palabras de Igor Arroyo, «esta crisis que estamos viviendo las y los trabajadores no se ha creado ahora ni la ha creado el coronavirus. La crisis que está sufriendo la clase trabajadora viene de lejos, al menos desde 2008. A partir de ese año, las condiciones de trabajo y vida de las y los trabajadores vascos se han deteriorado de forma notable».
La salida a la crisis de las y los trabajadores no depende de los altibajos del PIB, sino en otro tipo de indicadores: la cuantía de los salarios, el poder adquisitivo, los ratios de los servicios sociales, el precio medio de la vivienda… Y para mejorar esos indicadores, hay que cambiar las políticas públicas que están llevando a cabo las instituciones vascas.
En este sentido, el secretario general adjunto de LAB ha exigido, al menos, tres medidas urgentes: una política pública de empleo, una apuesta decidida por los servicios públicos y una nueva política fiscal.
En cuanto a los servicios públicos, ha remarcado que las instituciones tienen que garantizar la salud, el cuidado, la educación, la vivienda o las prestaciones sociales de las y los trabajadores: «Es vergonzosa la escasa inversión realizada en los sistemas de salud y cuidados públicos tras un año del inicio de la pandemia, o que no se haya tomado el control público de los recursos de la sanidad privada. La tasa de temporalidad existente en los servicios públicos es lamentable. Es incomprensible cómo no se aborda de una vez la crisis de cuidados que vivimos en Euskal Herria».
Urge una nueva política fiscal que financie tanto la política de empleo como el desarrollo de los servicios públicos: «Que quienes más tengan más paguen además de justo, es más que necesario en una situación de emergencia como la actual».
Asimismo, Igor Arroyo ha reiterado que debe derogarse la reforma laboral que facilita despidos y el proceso de precarización: «Hay que hacer frente a Confebask y CEN, que están recurriendo a la reforma laboral; no es tiempo de conseguir acuerdos baratos con la patronal, sino de confrontar con ella».
En vista de la situación y de la falta de voluntad de las instituciones vascas, ha destacado la necesidad de una nueva fase de lucha: «La activación social y sindical es necesaria para cambiar la dirección de las políticas públicas».
Así, LAB se ratifica en su línea. «Vamos a luchar, vamos a cambiar las políticas públicas, vamos a abrir las puertas a la transición ecosocialista y feminista. Eso es lo que expresaremos el Primero de Mayo. Invitamos a las y los trabajadores que comparten nuestra apuesta a participar en la treintena de movilizaciones organizadas por LAB. Que este Primero de Mayo sea exponente de un nuevo ciclo de lucha», ha añadido el secretario general adjunto.