Igor Arroyo, portavoz de LAB en Nafarroa
«La campaña organizada por UPN y PP contra la educación navarra se basa en los famosos "11 principios de la propaganda" de J. Goebbels. UPN y PP han aplicado en esta campaña principios señalados por el Ministro de Propaganda nazi, como la construcción del enemigo (principio 1), la desfiguración (principio 4) o la orquestación (principio 6).»
Seguidamente entró en escena el Diario de Navarra, aquel que glorificó el golpe de Estado del 36, el mismo que amparó la ejecución de más de 3.000 navarros y navarras, el órgano oficial del régimen franquista en Navarra que colaboró con la persecución de los maestros y maestras republicanas.
Y para rematar la operación, el Consejero Iribas y la Presidenta Barcina, en vez de salir en defensa de sus empleados del Departamento de Educación, hicieron todo lo contrario, utilizando la basura periodística para desviar la atención sobre la corrupción de su Gobierno, su responsabilidad en la desaparición de Caja Navarra y su apoyo a la LOMCE, ley neofranquista que la comunidad educativa navarra ha rechazado de manera contundente.
Si bien en un primer momento la cuestión parecía un mal chiste, la sucesión de acontecimientos no ha hecho sino aumentar la gravedad del ataque ultraderechista. El Mundo, ABC y La Razón han alimentado la polémica con nuevas manipulaciones. Por otra parte, el Diputado de UPN Carlos Salvador, que tiene su dinero en una SICAV para evadir impuestos en Navarra, propuso en Madrid limitar el acceso a la función pública en base a criterios ideológicos. Y por último, la corrupta Yolanda Barcina ha seguido alimentando la ignominiosa campaña durante el día del Partido celebrado ayer.
En definitiva, UPN y PP están mostrando su obsesión histórica por el control ideológica de la enseñanza. En el 36 lo hicieron a tiros; durante el franquismo, a golpe de decretos, censura y despidos; y ahora lo pretenden hacer mediante campañas goebbelsianas.
Cuando atacan a los maestros por su ideología, UPN y PP demuestran que su reciclaje respecto a su pasado franquista es incompleto. Ellos aceptan la libertad de expresión, el libre pensamiento, la libertad de asociación y la democracia sólo en el caso de que la gente piense igual que ellos. Si la ciudadanía tiene otras ideas a las suyas, entonces optan por la censura y la represión. Por eso no pueden digerir, entre otras cosas, que LAB sea la fuerza sindical más votada en Educación y en el conjunto de los Servicios Públicos.
LAB considera imprescindible que la mayoría educativa y social exprese su rechazo a las manipulaciones de UPN y PP. En este sentido, durante los próximos días vamos a acordar con los demás agentes iniciativas para canalizar el cabreo generalizado que existe en la comunidad educativa y en la sociedad en general.
Y como hasta ahora, vamos a seguir trabajando por un sistema educativo propio, coeducador, crítico y euskaldun, contraponiendo los colores de la diversidad al gris de la censura.
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