Los cuatro sindicatos representados en la mesa de negociación de Oficinas y Despachos de Bizkaia han convocado un día de huelga en el sector para mañana día 10 de diciembre. En defensa del convenio y para exigir su renovación ELA, UGT, CCOO y LAB llaman a los y las trabajadoras a secundar la jornada de huelga, ya "que entre todos podemos salvar el Convenio".
El día 10 todos los sindicatos de nuestro sector (ELA, UGT, CCOO y LAB) convocan huelga por la defensa del convenio y su renovación. A estas alturas, cada uno sabe perfectamente cuáles son sus razones para secundar la huelga y cuáles sus excusas para no hacerlo (siempre las habrá para quien quiera buscarlas).
Estado de la negociación
Hoy, día 5, se celebra una nueva reunión a las cuatro de la tarde. Tras la huelga del pasado día 30 de octubre, en las últimas reuniones de la mesa negociadora no se observaron novedades por parte de la patronal; y no las hubo hasta que se notificó oficialmente la convocatoria de una nueva huelga para el día 10 de diciembre.
Automáticamente se produjo un cambio y la patronal pasó de no querer mover un ápice su postura sobre las grandes cuestiones que había presentado como innegociables, a querer hablar sobre ellas (ya sabéis: la antigüedad, la garantía mínima y la absorción de los complementos salariales; nuestro dinero, en definitiva). Es más, llegaron a realizar propuestas –esperpénticas, eso sí- que indican que pasan de estar en una situación de inmovilismo total a otra de, cuando menos, tener disposición a negociar.
Pero ojo, todo esto no es casualidad. Esto sucede porque los trabajadores/as hemos presionado mediante movilizaciones y sobre todo a través de algo que pensaban que nunca iba a tener lugar en este sector: la huelga. La huelga no es una varita mágica ni la panacea de nada, pero sí es la única herramienta que se ha mostrado eficaz en situaciones como éstas a lo largo de la historia. Por ahora nadie ha propuesto nada más eficaz. Con la huelga nosotros perdemos el salario de un día, pero la patronal pierde mucho más: tiempo, dinero, prestigio y autoridad.
Mediante la huelga trasladamos un mensaje muy claro: “no toquéis nuestro Convenio, nuestras condiciones de trabajo ni nuestro salario. No toquéis nuestra vida familiar ni pretendáis robarnos nuestro dinero mientras facturáis millones de euros. Tenéis que elegir entre el sentido común de un convenio digno y razonable u optar por la avaricia y cruzar las líneas rojas. Al otro lado solo hay conflictividad permanente en las empresas y el consiguiente descenso de la calidad de los servicios y perjuicio para todos.
Si la patronal asume e interioriza este mensaje, habremos avanzado muchísimo. Por eso con la huelga del día 10 vamos a poner sobre la mesa de negociación toda una demostración de fuerza. De ello dependerá, en gran medida, que el día 16 nos despertemos con un convenio o sin él. La patronal también lo sabe, y está esperando a ver el resultado. Si salimos unidos a la huelga continuaremos fortaleciéndonos de cara al futuro.
¿y después?
A partir del día 16 cada uno tendrá tiempo para reflexionar y sacar conclusiones. Cada uno sabrá si fue capaz de renunciar a un poco de su salario para no perder casi todo para siempre o si, por el contrario, pensó que él era un elegido -en lugar de un trabajador- y miró hacia otro lado mientras sus compañeros defendían los derechos de todos. Si firmamos el convenio, muchos sabremos que somos dignos de disfrutar de su protección pero también sabremos que otros no podrán decir lo mismo. Es la diferencia entre ser solidario y buscar el bien común o ser egoísta, individualista y esquirol.
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