Con el lema “La precariedad mata, no más accidentes laborales” nos hemos concentrado junto con la mayoría sindical en Zeanuri para denunciar el fallecimiento de un trabajador del sector forestal ocurrido en este municipio el pasado 17 de agosto. M.M.S.Q., trabajador de 47 años murió tras ser aplastado por un árbol. Se trata de la o el trabajador número 51 fallecido en Euskal Herria desde inicio de año. Osalan y el Gobierno Vasco tienen la llave para empezar a cambiar la situación y les exigimos que se pongan en marcha de una vez por todas.
La tasa de mortalidad del sector forestal supera todas las marcas. Siendo un sector que ocupa a pocas trabajadoras y trabajadores, cada año tenemos muertes en este sector. Así, la del 17 de agosto ha sido la segunda muerte en el sector forestal ocurrida este año, ya que el 14 de junio murió un trabajador de 49 años en Idiazabal atrapado por un árbol. En 2021, fallecieron 6 trabajadores del sector en accidentes laborales.
En el caso de Bizkaia y Gipuzkoa, la viabilidad de las empresas forestales es limitada a pesar de contar con normas forales hechas “ad hoc” para ellas. La explotación maderera intensiva se basa en relaciones laborales precarizadas para poder obtener beneficios. Así, en lugar de poner medios de seguridad laboral, se ahorra en ellos. Plantillas reducidas, trabajos en solitario en el bosque, ausencia de recursos preventivos, falta de formación, herramientas de trabajo poco adecuadas, ritmos de trabajo muy altos, jornadas muy largas con el cansancio que esto provoca y un largo etcétera están detrás de los accidentes. Evidentemente, estos son factores añadidos a los riesgos que encierra la propia actividad.
No es la primera vez que exigimos a Osalan y al Gobierno Vasco medidas específicas para el sector forestal. Esta vez volvemos a hacerlo pero vemos que la respuesta es estéril.