Hemos puesto en marcha la campaña «Badugu aukera» ante la necesidad de transformar el actual modelo, en lugar de su reconstrucción, a la medida de las y los trabajadores

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En los últimos días se está extendiendo el discurso a favor de una vuelta a la normalidad heteropatriarcal y capitalista de antes de la pandemia. En este contexto, Garbiñe Aranburu y Edurne Larrañaga, secretaria general y representante de Acción Social de LAB, respectivamente, han reivindicado la oportunidad y la necesidad de construir una nueva normalidad que sitúe la vida en el centro. Así, han presentado la campaña «Badugu aukera. Vamos hacia el cambio» con la que queremos establecer las bases para transitar hacia otro modelo, una transición ecosocialista y feminista, con los siguientes objetivos: reconocer todos los trabajos y garantizar un trabajo, unas pensiones y una vida dignas; reforzar los servicios públicos; poner en marcha un modelo de desarrollo sostenible; desarrollar una nueva política fiscal para un reparto más equitativo de la riqueza; y alcanzar la soberanía.



«No queremos reconstruir el modelo capitalista imperante, queremos cambiar de raíz el actual modelo y construir otro modelo que ponga la sostenibilidad de la vida en el centro». Son palabras de Garbiñe Aranburu, realizadas en la presentación de la campaña «Badugu aukera».

Concretamente, desde LAB hemos puesto en marcha una campaña ante la necesidad de transformar el actual modelo, y no su reconstrucción, a la medida de las y los trabajadores. «Sabemos que vienen tiempos difíciles para las y los trabajadores, pero, atendiendo al lema de la campaña, también pensamos que es tiempo de oportunidades porque esta pandemia ha servido para evidenciar aún más la insostenibilidad del actual sistema capitalista, heteropatriarcal y ecocida».

En palabras de Garbiñe Aranburu, «los partidos sistémicos, con el PNV a la cabeza, y la patronal nos hablan de la reconstrucción económica y social y de que son tiempos para la colaboración. Eso sí, nos limitan el campo de juego y, además, sabemos que ya han comprado al árbitro. Queda claro que, de ahí, las y los trabajadores no podemos salir ganando un partido. Tenemos propuestas y queremos marcos reales de debate, pero que no cuenten con nosotras para reconstruir el sistema, que no cuenten con nosotras en marcos de debate cuyo objetivo sea mantener el actual sistema».

Cinco ejes
Hay que proteger a las y los trabajadores y no al capital. Y la clave está en la orientación que se les quieren dar a las decisiones políticas y sociales. Hay que establecer las bases para transitar hacia otro modelo, una transición ecosocialista y feminista para:

1. Reconocer todos los trabajos y garantizar un trabajo, unas pensiones y una vida dignas:

-Venimos de la Huelga General del 30 de enero. En el transcurso de la misma interpelamos a las instituciones y a la patronal para adoptar medidas muy concretas. Para LAB siguen vigentes.

-Mantener el empleo, Se han complementar los salarios de los ERTEs al 100% y garantizar el empleo.  

-Las tasas de temporalidad son muy altas y la mayoría de esos contratos se hacen en fraude de ley. Hay un colectivo de trabajadores y trabjadoras que se ha convertido en un colectivo de usar y tirar, principalmente jóvenes y mujeres. Ya es hora de poner fin a esta dualidad del mercado laboral.

-Hay que dignificar las condiciones de trabajo de las trabajadoras que trabajan en servicios esenciales. Muchas de estas trabajadoras tienen contratos parciales impuestos y salarios inferiores a 1.200 euros.

2. Reforzar los servicios públicos: 

-Es necesario un plan de publificación de los servicios públicos, poniendo como prioridad la atención y el servicio a la ciudadanía. 

-Urge aumentar la inversión en los servicios públicos y la mejora de las condiciones laborales de las y los trabajadores públicos: hay que estabilizar plantillas y reducir los ratios aumentando la contratación pública.

-Se ha de construir un sistema público de cuidados. 

3. Modelo de desarrollo sostenible: 

-Se ha de cambiar el modelo de producción y de consumo. La economía se tiene que centrar en lo necesario para sostener la vida y en el respeto al planeta. A la hora de valorar la riqueza que se genera en el país, hay que tener en cuenta el valor social, el impacto en el medio ambiente. Además, hay que tener en cuenta el trabajo reproductivo y el productivo. 

4. Una nueva política fiscal para un reparto más equitativo de la riqueza:

-Hay que recaudar más y mejor, de manera más progresiva. Hemos mandado nuestra propuesta a las diputaciones.

5. Soberanía:

-Esta pandemia también nos ha dejado claro la importancia que tiene el hecho de ser un Estado. Por eso seguiremos reclamando la plena soberanía y un estado propio.