Hemos realizado la Asamblea Intercongresual en el BEC de Barakaldo y, en ella, hemos hecho balance de las decisiones adoptadas en el último Congeso Nacional y hemos concretado las fututas líneas de actuación. En este sentido, en su intervención, Garbiñe Aranburu ha señalado que el modelo de relaciones laborales y de protección social necesitan una transformación. Para ello, hemos propuesto un Código Laboral para Euskal Herria y una ley para una Seguridad Social propia. “En la transición del modelo viejo al nuevo, nuestra tercera prioridad será reforzar los servicios públicos y construir un sistema público de cuidados”, ha indicado la secretaria general.
Esta es la intervención íntegra de Garbiñe Aranburu:
Tal y como y señalamos en la presentación de nuestra Asamblea Intercongresual, podemos comparar este momento con una partida de ajedrez. A un lado del tablero, quienes representan los intereses del capital, el viejo modelo. En el otro lado del tablero, las y los trabajadores que representamos el nuevo modelo.
Será una partida dura y larga, pero el ajedrez es cuestión de estrategia, y tan importante como mover bien las fichas propias es anticipar los movimientos del contrario y en esto jugamos con ventajas. Por eso decimos que vivimos un tiempo de oportunidades.
Se han caído las promesas neoliberales. El sistema capitalista, heteropatriarcal y ecocida no es socialmente socialmente ni viable ecológicamente. Cada vez somos más quienes compartimos eso, pero lo más importante es que somos cada vez más quienes optamos por luchar por un nuevo modelo que sitúe la vida en el centro. Los conflictos que están activos son testigo de ello.
Unos pocos meses han sido suficientes para ver cómo han respondido el binomio formado por gobierno y patronal a la crisis que ha acelerado y acrecentado la pandemia. Y qué es reconstruir el sistema? Profundizar en el capitalismo, seguir acumulando riqueza y poder en cada vez menos manos.
Con la intención de que la carga de la crisis recaiga en las espaldas de las y los trabajadores, la patronal ha marcado la dirección de las decisiones empresariales y las políticas públicas y tienen a los gobiernos como aliados en este camino. La política se hace pensando en las élites económicas.
El capitalismo es el verdadero crisis de las y las trabajadoras. El capitalismo nos lleva a las y los trabajadores a una situación de coma. Es el capitalismo el que nos quiere condenar a la pobreza, es el capitalismo el que ha llevado a nuestro sistema sanitario a cuidados intensivos, es el capitalismo el que nos quiere condenar a las mujeres, es el capitalismo el que destruye al capitalismo.
Es el capitalismo el que nos enferma y mata. Este año volvemos a tener datos de escándalo, ya han muerto más trabajadoras y trabajadores que el año pasado en accidentes laborales y otros cuantos a consecuencia de enfermedades profesionales que no se registran en ningún sitio.
La magnitud de la crisis sanitaria, económica, social y ecológica nos ha puesto delante del espejo y se ha hecho aún más patente que el sistema económico imperante impide una vida digna. El capitalismo es el virus de la clase trabajadora, un virus que nos puede llevar al coma.
Desconocemos hasta cuándo va a durar esta pandemia pero podemos afirmar que estamos ante una nueva era que nos pone en la tesitura de tener que tomar decisiones. Urge cambiar la orientación de la políticas públicas, urge cambiar de rumbo, urge iniciar una transición hacia otro modelo económico y social. Una transición ecosocialista y feminista.
Esa transición en el ámbito socioeconómico, no se puede disociar de la transición que debemos de hacer del autonomismo al soberanismo para construir una República Socialista y Feminista.
No podemos seguir siendo meros espectadores de las decisiones que se toman en Madrid o en Paris. No podemos estar a la espera de cómo se resuelven los ERTEs, de cómo se regula el teletrabajo o el régimen de los y las riders o de si se retoca o no algún aspecto de la reforma laboral.
Las cuestiones relacionadas con las relaciones laborales o con la protección social, son nucleares para garantizar una vida digna a la gente. Por eso seguiremos reivindicando y trabajando para conseguir nuevo estatus con plenas competencias en cuestiones sociolaborales.
El modelo de relaciones laborales y de protección social necesitan una transformación. Y para ello proponemos dos leyes: un código laboral de Euskal Herria y una ley para una seguridad social propia.
Por eso, hoy y ahora, proponemos dos nuevas leyes para sacar al trabajo y la protección social de la situación de coma: el código laboral de Euskal Herria y la ley de seguridad social.
Código laboral de Euskal Herria: detener la destrucción de empleo, una propuesta para repartir y dignificar el trabajo, dejar a un lado las reformas laborales y llevar a cabo una profunda transformación de las relaciones laborales.
– Tiene que reconocer todos los trabajos. Hay que reorganizar y repartir los trabajos de cuidados, reduciendo las horas horas de la jornada semanal y creando permisos especiales para el cuidado que no supongan pérdida de empleo. Y superando la división en función del sexo, debe otorgar el mismo valor a todos los cuidados.
– El código laboral de Euskal Herria tendrá en cuenta a toda la clase trabajadora. Regulando también el trabajo que supera el empleo y los derechos de las y los trabajadores que quedan fuera del régimen general. Trabajadoras del hogar, riders, quienes trabajan en la economía sumergida, trabajadores y trabajadoras económicamente dependientes.
– Garantizará un empleo digno: la regla general será el contrato indefinido, regulará el salario mínimo y el máximo, el uso de jornadas parciales será limitado y no habrá despido libre.
– Es una propuesta para democratizar las relaciones laborales. Hay que terminar con la uniltateralidad de la patronal, reforzando el papel de la representación de las y los trabajadores y la negociación colectiva. Por otro lado, se quedarán espacios de diálogo que tengan en cuenta la palabra de las y los trabajadores. Reivindicamos marcos reales de diálogo y no marcos de concertación vacíos de contenido cuyo único objetivo sea legitimar las políticas de patronal y gobiernos.
Ley de seguridad social, para mejorar el sistema de pensiones y protección social: derogar las reformas de los últimos años y reivindicamos una ley propia de seguridad social en Euskal Herria:
– Una ley que garantice un sistema público de pensiones para todas y todos.
– La administración tiene la responsabilidad de garantizar un empleo digno a toda la ciudadanía y si esto no es así, la ciudadanía tendrá el derecho a recibir una renta básica digna.
– Sistemas de protección social: necesidades básicas como la vivienda o la alimentación deben garantizarse a todos los trabajadores y trabajadoras.
En esta transición del modelo viejo al nuevo modelo, nuestra tercera prioridad será reforzar los servicios públicos y construir un sistema público de cuidados: garantizar a la ciudadanía el derecho a recibir educación y sanidad de calidad o servicios sociales públicos. Para ello, deben dejarse atrás los recortes de los últimos años mejorando las condiciones laborales de los y las trabajadoras, dándoles estabilidad, contratando más personal y a través de leyes para la mejora de ratios. Además de terminar con las políticas de privatización y mercantilización de los últimos años e impulsar procesos de publificación.
Los Gobiernos de Iñigo Urkullu y de Maria Chivite pueden y deben hacer mucho más para poner en el centro de las políticas públicas las necesidades de la ciudadania. Hay cuestiones que se nos imponen desde Madrid pero no hay excusas para no reforzar los servicios públicos, ofrecer un sistema de cuidados de calidad, mejorar las prestaciones sociales. Las competencias del concierto y el convenio permiten hacerlo.
Tampoco hay voluntad para una reforma fiscal. Se tiene que recaudar más y de manera más progresiva. Hay que recaudar más pero no por medio de los impuestos indirectos como puede ser el IVA, NO, hay que recaudar más gravando más a las rentas del capital y a los beneficios empresariales
Nos dice el Señor Azpiazu que van a ser unos presupuestos valientes y sin recortes. Mucho tienen que cambiar las prioridades del Gobierno Vasco, a nosotras no nos engañan.
La ciudadanía necesita unos presupuestos con más inversión en sanidad, en educación, en servicios sociales, en defensa del empleo. Se tiene que acabar la política de poner dinero público en manos privadas sin ningún control, sin pedir nada a cambio, sin pedir ningún compromiso para mantener el empleo. No se puede seguir poniendo dinero público para salvar los beneficios empresariales. Esa es la no política industrial del Gobierno, y luego pasa lo que pasa que las multinacionales no tienen reparos en despedir.
Estos días se está decidiendo cómo va a ser el reparto de fondos europeos. Lo están realizando sin ninguna transparencia, adoptando decisiones que afectarán directamente a las espaldas de las y los trabajadores. Hemos conocido algunas filtraciones y nos parece un escándalo, el dinero es otra vez para e TAV y grandes infraestructuras, las élites económicas vuelven a estar en el centro.
Estamos ante un tiempo lleno de retos y la naturaleza de la nueva fase dependerá, en gran medida, de la correlación de fuerzas. Tenemos que forzar las profundas transformaciones que necesita el sistema. Tenemos que acumular fuerzas para ello.
– Entre quienes defendemos una estrategia completa de transformación, entre quienes defendemos los cambios sociales y los cambios políticos, la soberanía. Entre los agentes de la Carta y fortaleciendo el ámbito de la izquierda soberanista.
Del mismo modo, hacemos una apuesta por organizar frentes sociosindicales para seguir acumulando fuerzas:
– Para incrementar en número las luchas de los centros de trabajo y las de carácter sindical. Entre todos los sindicatos que coincidimos en el objetivo de las luchas. Tal y como hicimos en el metal de Bizkaia o estamos haciendo ahora en educación, sanidad o sus subcontratas.
– Dando una dimensión social ha esas luchas y activando a la ciudadanía del entorno junto con los y las trabajadoras de los centros de trabajo.
Estamos luchando, activando luchando, lo estamos haciendo hoy y seguiremos mañana y más adelante.