Las últimas semanas hemos recibido preocupantes noticias sobre el futuro de varias empresas. En este contexto, LAB ha comparecido hoy para informar sobre la situación que vive la industria en la actualidad y para presentar una propuesta con el fin de reactivar el sector hacia una nueva política industrial. La comparecencia se ha realizado en Bilbo y ha contado con la presencia de representantes de empresas en situación de emergencia.
Cierre de empresas, deslocalizaciones, venta, procesos de despidos… lo que se está viviendo en las últimas semanas en el sector industrial no es únicamente producto de vaivenes empresariales o de mercado.
La prioridad de LAB es velar por los intereses de centenares de trabajadoras y trabajadores cuyo futuro está en juego: por ello, mandamos nuestro apoyo a todas y todos los trabajadores del GRUPO CEL, CNA FAGOR, UNIPAPEL, INGEMAR, AERNNOVA, OFITA, GENERAL ELECTRIC, STS, BOSCH, PINE, VICRILA, ENERSYS, XEY y demás plantillas de empresas pequeñas. Queremos destacar que la organización y la lucha es la única opción para defender los derechos de estas y estos trabajadores, puesto que las instituciones les han dejado solas y solos.
Sin embargo, la grave situación de la industria no solo afecta a las personas trabajadoras citadas y a sus familias. A principios de 2017, cuando oficialmente vivíamos “el florecimiento del crecimiento y la recuperación económica”, LAB dio a conocer públicamente su diagnóstico sobre la situación de la industria, haciendo hincapié en los problemas estructurales de la industria vasca. Mostramos nuestra preocupación por el futuro y criticamos la falta de iniciativa de las instituciones. Aquella denuncia no obtuvo respuesta por parte de las instituciones.
En la comparecencia de hoy, presentaremos diez medidas necesarias para hacer frente a la grave situación de la industria, en vista de la inacción del Gobierno Vasco, máximo responsable de la política industrial.
Somos conscientes de que la plena soberanía es necesaria para diseñar la política industrial que necesita Euskal Herria; las finanzas, la energia, la legislación laboral, la ley concursal y las relaciones internacionales no están en nuestras manos. Por eso, hoy también reivindicamos soberanía para Euskal Herria, ya que hablamos del instrumento imprescindible para construir un modelo productivo propio.
Lo que se necesita es voluntad, más si cabe cuando se utiliza como excusa el problema de la falta de soberanía para no realizar precisamente el camino para lograr la misma, y, peor aún, cuando se utilizan competencias propias para realizar simplemente una traslación del modelo de España, tal y como hacen el Gobierno Vasco y el PNV. El último ejemplo es el acuerdo alcanzado con el PP respecto al límite de gasto, perpetuando la reducción de gasto en la industria, impulsando así una estrategia para competir en precariedad.
Existen posibilidades de cambiar el rumbo, siempre que exista voluntad política. Por ello, planteamos 10 medidas de urgencia aplicables para responder a la grave situación industrial. Muchas de estas medidas solo necesitan voluntad para su aplicación, pero, además, proponemos que se deje de invertir en infraestructuras innecesarias, que se persiga el fraude fiscal y que se establezca un sistema fiscal más justo para aumentar la capacidad de financiación del sector público.
Resumen de las 10 medidas
1. Realización de un verdadero debate para definir un Plan Industrial con objeto de marcar la dirección que debe tomar la industria vasca: definición de los sectores estratégicos para realizar un plan de transición industrial. Elaborar un plan progresivo de las actividades productivas a renovar o reemplazar y apostar por la innovación tecnológica, junto al reparto del trabajo. Se trataría de un Plan Industrial innovador a nivel tecnológico, social y en materia de condiciones laborales.
2. La Industria Vasca no está en venta. Plan contra las deslocalizaciones.
-Se ha de poner fin a la política de promover, a cualquier precio, la llegada de capital externo. Se deben exigir compromisos en materia de empleo, de condiciones laborales y de territorio a la hora de apoyar la llegada de capital externo por parte de las instituciones.
-Derogar u obstaculizar el apoyo institucional en caso de procesos de venta exentos de compromisos hacia el territorio.
3. Alcanzar el 3% de gasto fijado en Europa en lo que respecta a Investigación y Desarrollo.
La industria vasca, en general, tiene un nivel tecnológico medio-bajo. Estamos por debajo de la media europea en Investigación y Desarrollo. En los últimos tres años, el gasto en Investigación y Desarrollo ha caído constantemente. Proponemos llegar, de forma progresiva, al 3% del Producto Interior Bruto, promoviendo la inversión de las empresas de forma activa, sobre todo en lo que respecta a empresas en peligro de quedarse atrás y a empresas pequeñas y medias, que son mayoría.
4. Apoyo público en los sectores estratégicos: construir un sector público fuerte, en lugar de dejar que el mercado imponga su ritmo:
-Incrementar la participación directa en empresas mediante SPRI. Utilizar esa participación para hacer seguimiento y control, además de prestar ayuda.
-Kutxabank ha de tener carácter de banca pública para ser una herramienta de financiación, sobre todo en lo que respecta a empresas pequeñas y medianas, que son mayoría, tal y como se hace en Alemania o en Suiza.
5. Medidas de blindaje ante el cierre de empresas
-Financiar, mediante financiación pública, planes de viabilidad aternativos.
-En Ley Concursal, participación activa de las instituciones públicas a modo de acreedor para impulsar planes de futuro y para defender, en planes de liquidación, el empleo de las y los trabajadores. No priorizar únicamente el cobro de la deuda.
-Ofrecer instrumentos de oposición técnica para hacer frente a la reforma laboral. En el caso de las multinacionales, inspección de las operaciones entre empresas.
6. Impulsar el contrato relevo para transmitir conocimiento entre generaciones. Este es uno de los mayores retos de la industria. Proponemos recuperar el contrato relevo, el instrumento más eficaz en ese camino, casi liquidado por la reforma laboral. Proponemos neutralizar las consecuencias de la reforma laboral a través de la financiación pública.
7. Democratización de las empresas. Impulsar los modelos empresariales innovadores que promuevan la participación de las y los trabajadores, no solo con el fin de lograr financiación, también por garantizar ciertos derechos:
-Competencia para realizar auditorias externas en empresas de más de 100 trabajadoras y trabajadores o en empresas en dificultades constatables.
-Medidas de decisión y de control en el caso de intentos de descapitalización de la producción, patente y conocimiento.
8. Garantizar el derecho a la negociación colectiva para promover el reparto de riqueza y el bienestar social, evitando competir en el mercado laboral en precariedad y en costes.
9. Medidas para garantizar el mantenimiento del conocimiento adquirido: plan para garantizar una inserción laboral digna de las y los jóvenes:
-Sanciones en caso de discriminación en nuevas contrataciones.
-Limitar la temporalidad para poder acceder a ayudas. Esto traería el descenso en la siniestralidad laboral, en vista de que el 30% de los accidentes laborales tienen lugar en el primer año de trabajo.
-Proponemos inspectores e inspectoras para controlar el fraude que se produce en las prácticas.
10. Plan para garantizar la aportación de la mujer en la industria: establecer políticas de discriminación positiva. Únicamente el 19% de las y los trabajadores de la industria es mujer. Se trata de garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades, pero también de aprovechar la aportación de las mujeres en una industria que debe competir en conocimiento.