Hoy 27 de febrero, la mayoría sindical de Euskal Herria hemos comparecido en Gasteiz para llamar a participar en la movilización que celebraremos el viernes, 3 de marzo, en esa misma ciudad. Este año, en el que se cumplen 47 de la llamada “masacre de Gasteiz” saldremos a la calle bajo el lema “Bizi-baldintzen suntsiketaren aurka, luchando el presente para asegurar el futuro”. A las 18:00, realizaremos un homenaje en la plaza 3 de Marzo y a las 18:30, partirá la manifestación desde ese mismo lugar.
Como cada año la clase trabajadora de esta ciudad recordaremos los nombres de Pedro María Martinez Ocio, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda. Asimismo, también conmemoraremos los de Juan Gabriel Rodrigo y Vicente Antón asesinados días más tarde en Basauri y Tarragona en las manifestaciones que se produjeron en respuesta a la masacre ocurrida en nuestra ciudad.
47 años después, la conciencia de clase nos hace entender que las mismas razones por las que se organizaron asambleas y movimientos populares siguen vigentes hoy en día. Esa misma conciencia es la que nos recuerda que a la clase trabajadora no nos han regalado nada, y que todo lo que hemos conseguido ha sido gracias a la organización y la lucha.
Actualmente, ante el encarecimiento de la vida que estamos sufriendo, se están organizando movilizaciones y luchas, en los centros de trabajo y en las calles, para defender el poder adquisitivo de la clase trabajadora, igual que se reivindicaba en 1976, no sólo en las fábricas, sino también las mujeres con sus bolsas vacías.
Este fin de semana miles de personas han salido a las calles de Hego Euskal Herria para decir que no al desmantelamiento del sistema de salud público. En Osakidetza existe una desvertebración planificada e intencionada que pretende no solo precarizar las condiciones laborales de la plantilla, sino también el servicio que se nos otorga a la mayoría social. Está ocurriendo, cada día son más los pueblos que se quedan sin asistencia sanitaria, lo vimos con la reducción de ambulancias y lo estamos viendo con la desaparición de algunos servicios hospitalarios.
También, el año pasado hubo dos jornadas de huelga por la defensa de una educación pública, para decir NO al anteproyecto de Ley de Educación, y para manifestar la necesidad de una ley que permita avanzar hacia una red publica única, euskaldun y propia, que garantice la igualdad de oportunidades, la cohesión social, el proceso de euskaldunización y la mejora de las condiciones del personal.
El movimiento de las y los pensionistas son un claro ejemplo de constancia y organización. Llevan en pie de lucha 5 años; saliendo a la calle cada lunes, apoyando a las trabajadoras de residencias, a las de intervención social, a los trabajadores del metal o a quien haga falta. Como siempre ha denunciado el colectivo, “gobierne quién gobierne, las pensiones se defienden”. Como ya sabréis, ahora nos encontramos ante una nueva ofensiva: la anunciada segunda parte de la reforma dictada a cambio de recibir los fondos Next Generación. Por todo ello, porque las y los pensionistas de hoy son las personas huelguistas de 1976, les debemos seguir peleando, porque las pensiones son de todas y son justicia social.
La calidad de la salud, el cuidado, las pensiones, la educación… todos estos servicios públicos reflejan el nivel de bienestar de una sociedad. En el conjunto de Euskal Herria, estos servicios y unas condiciones de vida dignas son lo que tenemos que defender.
Queda claro que hay una planificación que aboga por privatizar nuestros derechos y con ello el estado de bienestar. Defender lo público ante ese ataque a nuestras condiciones de vida también es lucha obrera y, al igual que en 1976, seguiremos luchando.
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA! GORA LANGILEON BORROKA!