El sindicato LAB ha realizado hoy en Iruñea una concentración frente al Palacio de Navarra para exigir la dimisión del consejero de Educación, Carlos Gimeno, debido a la pésima gestión de su Departamento durante los tres años que lleva de legislatura. Esta gestión ha estado basada en la imposición, ya que el consejero no ha querido negociar nada con nadie ni informar a los agentes educativos que debería tener en cuenta. Gimeno ha encontrado en la coalición de derechas Navarra Suma a su aliada para poder imponer sus decisiones unilaterales, sin ni siquiera preguntarse cuál era el precio que tendría que pagar por ello.
LAB opina que Carlos Gimeno debería abandonar inmediatamente su cargo para que el daño que ha causado ya no sea mayor. Si el partido de Gimeno, el PSN, quiere hacer las cosas realmente bien, todavía tiene un año para actuar de otra manera, en lugar de hacer el binomio con la derecha, consiguiendo otras mayorías progresistas y negociando con los sindicatos todo aquello que sea necesario.
En cuanto a la lista de lo que Gimeno ha hecho terriblemente mal, en primer lugar, LAB piensa que no podía haber gestionado peor la pandemia: había que tomar medidas extraordinarias ante la COVID-19, estamos de acuerdo, pero tanto en la implantación de la jornada como con las actividades extraescolares… tomó unilateralmente todas las decisiones y, por si fuera poco, de forma caótica, errática, volviendo locos y locas tanto a las plantillas como al alumnado y las propias familias.
Y hablando de trabajadores y trabajadoras, que pregunten a muchos docentes que por edad deberían tener reducida su jornada por qué el Departamento de Gimeno se lo ha negado o, en general, a cualquier profesor o profesora, por qué tienen que hacer frente a una carga de trabajo cada vez mayor con menos recursos. De hecho, cuando el Pacto para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza Pública en Navarra está a punto de caducar, ya que finalizará en agosto, muchos de los acuerdos recogidos en el mismo siguen sin cumplirse.
No nos olvidemos tampoco de las escuelas infantiles, que ya se encuentran en su cuarta semana de huelga por unas condiciones laborales dignas y que ahora, con la ayuda de LAB, luchan por conseguir el primer convenio colectivo del sector. Han tenido que iniciar una huelga indefinida para que Gimeno acepte sentarse con ellas.
¿Y qué decir de la “fijación” del consejero con el inglés ―que parece inversamente proporcional a su euskarafobia―? Como es sabido, ha conseguido perpetuar el PAI (Programas de Lenguas Extranjeras) inventándose para ello una ley foral, pasando por encima de la legislación que regulaba el acceso a la función docente hasta ahora y desoyendo la opinión de sindicatos y resto de partidos del Gobierno y de la oposición. Por otra parte, casi la mitad de las plazas que ha sacado Educación al proceso extraordinario de estabilización las ha destinado al PAI, discriminando así a un gran número de docentes. Y la feverpor las lenguas extranjeras continúa en la Formación Profesional, donde cada vez más ciclos de grado superior son ofertados en bilingüe, impartidos de forma desdoblada y sin criterio académico alguno, imponiéndolas contra la opinión tanto del alumnado, mayor de edad, como del profesorado.
Todo esto lo ha hecho el PSN inmerso en su lucha contra el modelo D: han puesto trabas para abrir nuevas líneas en el modelo D (en Mendigorria, por ejemplo); han eliminado la campaña para impulsar la matriculación en el modelo D; y no han hecho más que poner trabas a quien deseaba salir del PAI ―que se lo pregunten a los del colegio Dos de Mayo de Castejón―.
Volviendo al proceso de estabilización, no entendemos por qué ha sacado tan pocas vacantes a estos concursos extraordinarios. ¿Por qué han dejado sin sacar plazas estructurales? Podían haber unido plazas incompletas para crear vacantes completas, como han hecho en otros lugares. Aquí, como tantas otras veces, nos quedaremos con el interrogante, porque nadie nos responde. Y no debemos obviar tampoco que las plazas ofertadas en euskera en el proceso de estabilización apenas suponen el 15%.
Gimeno también se niega a negociar con las ikastolas y el sector de la Enseñanza Concertada; anuló la Mesa a Tres cuando comenzó la legislatura y, aunque así se lo hemos pedido reiteradamente desde LAB y otros sindicatos, se niega a reconstituirla y solo ha accedido a sentarse con las patronales, con quienes ha firmado un acuerdo básico que no satisface en absoluto las condiciones de los y las trabajadoras.
Por todo ello, señor Gimeno, no podemos sino solicitarle que abandone cuanto antes la gestión de la Educación, para evitar que el daño causado sea aún mayor. Si el PSN realmente desea hacer las cosas bien, todavía tiene un año para actuar de otra manera más adecuada, consiguiendo otras mayorías progresistas en lugar de hacer binomio con la derecha, y negociando, como es necesario, con los sindicatos.