En la víspera de su XV Congreso, el sindicato portugués CGTP está celebrando en Seixal una Conferencia Sindical Internacional. En la misma, la coordinadora general de LAB Garbiñe Aranburu ha realizado una intervención, en la que ha destacado que el sindicalismo debe ofrecer alternativas a la clase trabajadora, haciendo propuestas transformadoras que pisen tierra y que supongan mejorar la vida de las personas.
En este sentido, Aranburu ha apostado por redoblar esfuerzos para avanzar hacia una Europa social y de los pueblos. Una Europa que tenga en el centro de su actuación política los derechos de todas las personas y todos los pueblos.
También ha descado la necesidad de reforzar el sindicalismo combativo y de clase, ya que “allí donde estamos fuertes tienen mucha menor capacidad de penetración los postulados de la derecha, del fascismo”. El sindicalismo tiene que ser y se tiene que proyectar como un instrumento útil al servicio de las y los trabajadores. Practicando un sindicalismo feminista, antirracista y apostando por una transición ecosocial. Ha defendido un sindicalismo que impulsa cambios de transformación social y cambios políticos, y que además, realice propuestas.
Así, ha recordado la apuesta de LAB por el triple reparto: reparto de cuidados, empleo y riqueza. “Hay que reconocer y repartir todos los trabajos incluidos los de cuidados, hay que dignificar el empleo, los salarios y garantizar unas prestaciones y unos servcios públicos dignos”, ha señalado.
Además, ha destacado la necesidad de impulsar luchas sindicales y sociales, huelgas y movilizaciones, en sectores y en empresas. También ha señalado que toca practicar un sindicalismo que vaya a mejorar la correlación de fuerzas a favor de las y los trabajadores. Un mensaje que cala, ya que la clase trabajadora tiene claro el valor de la organización y la lucha. Así, ha recordado el repunte de huelgas y movilizaciones que ha habido en Euskal Herria durante los dos últimos cursos, con una mención especial a la Huelga General Feminista del pasado 30 de noviembre.
Aranburu ha señalado que la clase trabajadora y el movimiento sindical de contra-poder siempre hemos levantado las banderas en contra de las guerras y a favor de una paz con justicia social. Así, en LAB creemos que el sindicalismo debe seguir desempeñando ese rol, impulsando soluciones diplomáticas, dialogadas y negociadas, al margen de la ola belicista imperante.
Finalmente, ha denunciado el genocidio que sufre Palestina y ha recordado al líder kurdo Abdullah Ocalan, encarcelado desde hace 25 años.