Se apuesta porque sea una oportunidad de desarrollo para sectores como la agricultura, la pesca, el comercio locales: la puesta en práctica de la soberanía alimentaria, hacia modelos más sostenibles y democráticos.
En los centros escolares se pide que estos cambios vengan acompañados de un reconocimiento de la labor educativa del comedor, que se incluya en los proyectos de centros, en el curriculum, que se acerque el conocimiento de nuestro medio más próximo, local; tanto socio-económico, como político.
Desde LAB llevamos desde el 3 de marzo 2016 trabajando la propuesta de cambio en comedores escolares que hoy venimos a presentar a este parlamento.
LAB da por agotado el modelo actual y propone que los comedores sean instrumento de transformación y construcción de país. El porqué de esta propuesta: en la construcción de un país o sociedad el elemento central es la educación, transmitir para transformar. El modelo educativo actual denomina el comedor como «servicio complementario», a consecuencia de ello, nuestras niñas y niños son denominados «usuarios». Las diversas órdenes publicadas en los últimos años han alimentado un modelo de comedores que nada tiene que ver con el proyecto educativo propio que LAB persigue.
Son, así como los sistemas educativos actuales (LOMCE, HEZIBERRI) instrumentos del sistema capitalista, impuesto, patriarcal y opresor. Son utilizados para la continuidad del modelo de sociedad deseado por el capital. Alimentan filosofías contrarias a nuestra identidad, desde varios aspectos:
Se niega la introducción de alimentos locales. Con ello se anula el conocimiento de nuestro medio, nuestros productos, nuestras y nuestros productoras, nuestra identidad. Por otro lado, queda demostrado que una apuesta por alimentos locales y de temporadas hacen crecer el desarrollo de las comarcas, los territorios.
LAB entiende que el comedor escolar es un espacio educativo. La labor educativa no puede suspenderse a las 12 y retomarse a las 3. Un centro es educativo cuando integra en su proyecto todas las partes y actividades del
centro en su totalidad.
En el ámbito de las condiciones laborales, los ratios a aplicar en los comedores y las jornadas vienen impuestas por la Vice consejería del Departamento de Educación, negando un derecho fundamental como es la negociación colectiva. Además, no admitimos que el personal se subcontrate; mismas funciones, mismas condiciones, misma empresa. Hemos de acabar con esta situación de división y discriminatoria.
El sistema actual no hace más que sostener un patrón de patriarcado. El 95% del personal es femenino, con lo que se transmite que la acción de alimentar corresponde a la figura materna. En este sector se aplican condiciones laborales de sector feminizado: jornadas reducidas, falta de formación, ratios sobredimensionados, falta de reconocimiento profesional o sueldos precarios. Las jornadas se recortan a principio y final de curso, según la necesidad de la empresa de turno.
Se utilizan conceptos como gestión directa para un modelo que se está externalizando. Se comercializa con el personal de las empresas, ofertándolas al mejor postor, poniendo en práctica el más cruel aspecto del modelo impulsado de neoliberalismo.
Se niega la posibilidad de cocinas en los centros educativos públicos negando con ello la autonomía de los centros, concepto básico para un sistema público de calidad y que se recoge tanto en la Ley de la Escuela Pública Vasca, así como en las diferentes órdenes publicadas.
Se obstaculiza la dotación de personal público a los comedores escolares, como ejemplo tenemos la experiencia piloto de Laukariz con el fin de demostrar que las familias no tienen capacidad de gestión.
Este modelo y su mantenimiento ha dado como resultado el caso del cártel de las empresas de catering, con una resolución de una multa de 18 millones de euros por fraude por parte de la Agencia Vasca de la Competencia a las siguientes empresas: Auzo Lagun, Cocina central Goñi, Cocina central Magui, Eurest colectividades, Eurest Euskadi, Tamar Las Arenas, Gastronomía Cantábrica y Gastronomía Vasca) .
La situación es insostenible y LAB propone analizar la situación desde varios aspectos y aportar opciones en 3 ejes: alimentación, modelo y condiciones laborales, entendiendo que todo ello debe venir acompañado con políticas públicas acordes (educativas, laborales, medioambientales, sociales…) construidas desde nuestra soberanía.
Para LAB la reflexión sobre el modelo de comedores es una parte más de un proceso de construcción. Debemosirtejiendonuestropropiosistemaeducativo. Lasituacióndeloscomedoresescolaresnospreocupay ocupa. LAB solicitará que se ponga inmediatamente en marcha la mesa de trabajo de los diversos agentes, aprobada en este parlamento el pasado 3 de marzo 2016. Debemos sembrar hoy para poder recoger mañana.