Ya estamos en marcha. La Comunidad de Acción Social es una realidad. Pues bien, desde las primeras horas de su nacimiento hemos demostrado cuál es el carácter de la nueva comunidad: es activista. Hemos pasado de las palabras a los hechos nada más finalizar los encuentros llevados a cabo en Irun, Atarrabia, Basauri y Gasteiz, realizando diferentes movilizaciones.
La acción principal la hemos realizado tras el encuentro de Irun, mediante una movilización que ha unido el propio Irun con Hendaia, bajo el lema “Romper fronteras, construir puentes”. Así, hemos cruzado el puente de Santiago entre Gipuzkoa y Lapurdi para denunciar la realidad de las y los trabajadores migrantes que cada día atraviesan esta muga en las peores condiciones. Hemos demostrado que si la frontera es peligrosa, lo es por la excepcionalidad policial y política que se aplica y hemos posibilitado que varias personas migrantes crucen la frontera de forma digna y segura. Ya es hora de abrir las fronteras a la vida y ponérselas al capital cruel y explotador.
En Atarrabia, en un gran supermercado hemos hecho una reivindicación a favor de la transición ecosocialista. Frente a la quimera del capitalismo verde, nos hemos mostrado a favor de una transición socialmente y ecológicamente sostenible, y hemos denunciado el origen de diversos productos y el dañino modelo de producción para cuestionar el actual modelo de consumo. Así, hemos etiquetado los productos fraudulentos que tienen en las estanterías.
En Basauri, por su parte, hemos realizado una manifestación activista. Comenzando por la plaza Pozokoetxe, hemos denunciado la agresión homófoba sufrida esta misma semana, hemos criticado el modelo de atención bancaria junto a las y los pensionistas, hemos puesto el foco en la realidad del ambulatorio de la localidad y, junto a las y los jóvenes congregados, hemos deunciado la especulación de la vivienda a través de diversas acciones.
Además de estas actividades llevadas a cabo el sábado, el jueves nos reunimos en Gasteiz. En el parque Simón Bolívar, a través de la guerrilla comunicativa, reivindicamos y puesimosen valor la diversidad de la clase trabajadora, con una iniciativa propagandística frente a la homogenización y los discursos fascistas. Tras el encuentro, formamos un colorido mural con el lema «pueblo plural y unido nunca vencido».
Esto es solo el principio. Seguiremos dando nuevos pasos para organizar nuestra capacidad transformadora y seguiremos trabajando para que el sindicato LAB sea un instrumento eficaz de lucha para todo el sujeto trabajador.