A petición de EH Bildu, los principales sindicatos de las administraciones de la CAPV participamos en la comisión de gobernanza del parlamento de Gasteiz para dar explicaciones sobre la situación de la negociación de la Mesa General. Aprovechamos la ocasión y aclaramos a los y las parlamentarias cuál es la situación real: por parte del Gobierno Vasco se mantienen los recortes y no hay negociación, no hay contenidos, no hay confianza, no hay voluntad.
Tras realizar un diagnóstico, valoramos la actitud del Gobierno Vasco:
-No tiene voluntad de solucionar los problemas ni de desarrollar los servicios públicos.
-Tampoco tiene voluntad negociadora, ni quiere afrontar el tema del empleo que planteamos los sindicatos. LAB está dispuesto a analizar los servicios que necesitamos, y que tras elaborar un plan, todas y todos nos comprometamos.
-Es una negociación sin contenidos ni calendario. Es una mera dinámica que pretende limitarse a paliar pero mantener recortes.
-LAB no se fía de un interlocutor que rompe e incumple unilateralmente los acuerdos. Para iniciar una negociación es imprescindible la confianza, y el Gobierno Vasco debería revertir los recortes y procesos de privatización emprendidos.
-En muchas otras instituciones gobernadas por partidos de todos los colores (ayuntamientos, diputaciones, Gobierno de Nafarroa…) existe voluntad de revertir recortes y de negociar. El Gobierno Vasco no tiene voluntad política de solucionar la situación de los servicios públicos ni de sus plantillas.
La comparecencia se ha dado en un contexto del proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno Vasco, es decir, en un momento decisivo. Contamos en el parlamento lo que el viceconsejero comentó en la reunión, que «los recortes no los hace el Gobierno, sino los parlamentos». Por un lado el Gobierno Vasco quiere quitarse la responsabilidad de encima, puesto que es él quien prepara el proyecto de presupuestos, con todas las propuestas de recortes. Por otra parte es cierto, el parlamento tiene una gran responsabilidad a la hora de desarrollar el sector público de Euskal Herria: o hacen una apuesta en su favor, o vamos a la privatización y a la precariedad, en un crudo neoliberalismo.
Si bien la iniciativa llevada a cabo en el parlamento es importante, no podemos dejar el futuro de los servicios públicos y sus plantillas sólo en manos de intervenciones y reuniones institucionales, y debemos seguir movilizándonos. ¡Atención pues a las próximas convocatorias!