Hoy se ha celebrado el juicio contra un hombre que agredió a una trabajadora de la limpieza mientras ésta se encontraba en su puesto de trabajo. LAB ha querido mostrar su solidaridad a esta trabajadora mientras se celebraba el juicio, concentrándose en los exteriores del juzgado con el lema “No a la violencia sexista en el trabajo, ¡queremos ser libres!”.
Desde LAB queremos denunciar la agresión machista que sufrió una trabajadora de la limpieza a manos de un hombre mientras se encontraba en su puesto de trabajo, y mostrar nuestra solidaridad con ella.
Ella se encontraba trabajando, limpiando el portal de la comunidad, cuando un hombre, después de insultarla reiteradamente y llamarla continuamente “estorbo de mujer”, la empujó fuertemente contra la pared, causándole una lesión en un hombro y daños emocionales, por lo que tuvo que estar de baja laboral.
Esta situación al revés, es impensable. Las mujeres trabajadoras siguen siendo ninguneadas y maltratadas en sus puestos de trabajo, más aún si estos trabajos tienen relación con el reparto de roles impuestos masculino y femenino, ya que la sociedad trata a estas mujeres como si fueran las criadas y sirvientas de la población a las que se les puede ignorar, insultar, exigir, ningunear…
La mujer, tras ser consciente de que había sufrido una agresión sexista, decidió denunciar a su agresor para que este tipo de hechos no queden impunes y visibilizar que la violencia machista está muy presente en el mundo laboral.
Desde LAB tenemos claro que este tipo de agresiones tienen su origen en la ideología machista que hoy aún persiste en nuestra sociedad. Hay situaciones que se nos pueden hacer impensables, inimaginables, pero que están sucediendo con total impunidad en el puesto de trabajo. Realidades que se están dando cotidianamente, y que quedan ocultas e invisibilizadas, con una total desprotección para las mujeres que lo enfrentan. Porque a pesar de que las estadísticas y los datos oficiales no recojan todas estas situaciones, la violencia machista es cotidiana tanto el mundo laboral como en el resto de las esferas de nuestras vidas.
También queremos denunciar al poder judicial, que juzga esta agresión como falta leve. ¿Pero qué podemos esperar las mujeres de la justicia, cuando hoy aún, ante las agresiones machistas se nos sigue haciendo responsables y nos toca a nosotras demostrar que son reales ante un juez? El poder judicial sigue siendo un colaborador necesario para perpetuar la violencia contra las mujeres y no nos está garantizando nuestro derecho a ser libres.
Finalmente, queremos mostrar nuestro apoyo a la mujer cuyo agresor se ha juzgado hoy y a las miles de mujeres trabajadoras que como ella sufren violencia por el mero hecho de ser mujeres. Es hora de que se asuma esta realidad social, e instar a la sociedad e instituciones a dejar de mirar hacia otro lado y asumir responsabilidades ante esta salvaje realidad.