Los sindicatos LAB, ESK, Steilas, EHNE-Etxalde e HIRU nos hemos concentrado hoy frente a la patronal de la construcción de Bizkaia en Bilbo para denunciar la muerte de un trabajador en Berango el pasado lunes. En lo que va de año, al menos 35 trabajadoras y trabajadores han fallecido en Euskal Herria, una muerte cada seis días, sin tener en cuenta las enfermedades profesionales.
En el sector de la construcción, además, se producen repetidamente accidentes mortales, tanto por caída de altura, caída de materiales, como por otros factores derivados de las condiciones de trabajo. La patronal constructora tiene es responsable directa en todo ello.
Las instituciones, ante el derramamiento de sangre, deben cambiar urgentemente las políticas públicas, priorizando la salud y la vida. Se necesitan medidas radicales, es decir, medidas que van a la raíz del problema: subcontratación y precariedad.Es necesario más inspección y control, y tiene que haber mayor número de inspectores e inspectoras.
Nos hablan falsamente del absentismo y de cifras trampeadas, pero la verdadera lacra es otra: las y los trabajadores perdemos la salud y la vida en el trabajo. Darle la vuelta a eso debería ser prioritario para la administración y debería estar en la agenda de un gobierno digno, pero es evidente que los gobiernos se pliegan a la avaricia del capital y de las empresas.
Frente a ello, los sindicatos hemos exigido acabar con la impunidad empresarial y que las administraciones dejen de mirar hacia otro lado Asimismo, hemos reivindicado una saldu, una vida y unos derechos dignos para las y los trabajadores.