Debido al enorme eco que durante el paso 8 de marzo obtuvo la denuncia de la brecha salarial, el Gobierno Vasco y Emakunde se han visto obligados a dar una respuesta ante la que queremos posicionarnos.
LAB lleva muchos años denunciando y analizando la brecha salarial. Pero no como una mera estadística si no como una denuncia del sistema, el cual desprecia y recorta los trabajos de las mujeres. Para LAB, la brecha salarial es un problema estructural y no laboral. Es un problema político.
En 2005 se aprobó la ley de igualdad y desde 2006, la empresas de más de 250 trabajadores y trabajadoras están obligadas a desarrollar planes de igualdad. Hoy en día no existe ningún dato de que esas empresas estén realizando esos planes y además, desde 2005, no se ha dado ningún avance para acabar con la brecha salarial y eso nos lleva a una sola conclusión. Las políticas de igualdad han fracasado.
Ayer, el Gobierno Vasco junto a Emakunde, aprobó la Estrategia para reducir la brecha salarial que marca la meta de lograr que en el año 2030, la CAV se sitúe entre los países europeos con menor brecha salarial. El plan tiene 4 ejes: reducir la desigualdad en el salario/hora, reducir la desigualdad en cuanto a la jornada laboral, educación y sensibilización social y sensibilización empresarial y sindical.
Para acabar con la brecha salarial se necesita un cambio radical y además, esos cambios deben ser obligatorios. Las palabras más utilizadas en el Plan son “fomentar” e “impulsar”. No hay medidas de obligado cumplimiento. Como siempre, queda en masnos de la voluntad de las instituciones y las patronales.
En el cuarto eje además, presentan diferentes medidas para impulsar la sensibilización de empresas y sindicatos: realización de diagnósticos y planes de igualdad y fomento de la negociación colectiva. La patronal es la que no está interesada en la negociación colectiva, es la que aprueba planes de igualdad sin aprobación de los trabajadores y trabajadoras, y la que los incumple. La patronal es la que dijo en febrero que no existía discriminación y que no era su responsabilidad.
Nosotras no necesitamos sensibilizarnos, nosotras tenemos que seguir con la lucha contra la brecha salarial. La equiparación de responsabilidades entre la patronal y los sindicatos es una broma de mal gusto. Los sindicatos ya estamos sensibilizados, nosotras somos las que hemos puesto el debate encima de la mesa. Y a las empresas hay que exigirles que tomen medidas eficaces para acabar con la brecha salarial, hay que obligarlas. Necesitamos menos voluntad y sensibilización y más medidas obligatorias.
La brecha salarial no es algo que surja por casualidad, sino que cumple unas funciones, como utilizar a las mujeres para responder a las necesidades del mercado laboral. La opresión patriarcal es parte del capitalismo y la división sexual del trabajo es un indicador de ello. Este sistema capitalista nos obliga a las mujeres a realizar los trabajos de cuidados de manera gratuita para que el propio sistema pueda subsistir y perpetuarse, por eso, el lugar que nos deja en el mercado laboral es subsidiario. Y este plan y estrategia no recoge ningún plan sobre los cuidados.
No se ha tenido en cuenta la situación general. Hace poco más de dos días se presentó el plan de industria 4.0 en el cual, no se menciona absolutamente nada sobre el plan para reducir la brecha salarial. No olvidemos que el sector de la industria es uno de los sectores en los que la brecha salarial es mayor ya que nos se contratan casi a mujeres. Y no se dice nada. ¿Cómo puede ser esto?