El pasado mes de noviembre el Gobierno de Navarra comunicó a la empresa Asociación Navarra Sin Fronteras su decisión de cerrar el centro de acogida de menores ARE de Gazólaz, y la dirección de la empresa comunicó seguidamente al Comité el inicio del periodo de consultas del ERE para el despido de las 17 trabajadoras contratadas directamente. Desde el principio el sindicato LAB ha defendido la posibilidad de reconvertir el centro o, en su defecto, recolocar a todas las trabajadoras. La empresa, sin embargo, ha optado por el chantaje para llevar a cabo la mayoría de los despidos.
LAB ha analizado la situación económica y las necesidades de recursos humanos que tiene Sin Fronteras y ha constatado que cuenta con una situación económica muy saneada y dispone de grandes reservas -dos millones y medio de euros- para poder hacer frente a una eventual situación de pérdidas económicas sin comprometer la viabilidad de la entidad.
Sin Fronteras desde el primer momento de la negociación ha insistido en los despidos. LAB, por su parte, ha defendido que Are de Gazólaz fuese reconvertido o, que si no fuese así, sus trabajadoras fuesen recolocadas en los demás servicios para hacer frente a las necesidades de personal que tiene Sin Fronteras.
Sin embargo, Sin Fronteras se ha negado a ello, negándose incluso a dar garantías de contrataciones futuras a las personas que pudiesen terminar siendo despedidas, algo que le costaba 0 euros. Dirección solo ha ofrecido por encima algunas formaciones, permisos para entrevistas de trabajo y ampliar 3 días la cuantía de la indemnización por despido. Y el último día de la negociación del ERE, el pasado 9 de diciembre, presentó una medida de última hora: una única recolocación, la de la persona que más antigüedad tiene, dando respuesta así a una de nuestras solicitudes pero desgajándola de todas las demás.
Esa medida beneficia a Sin fronteras, porque se ahorran su indemnización y con ello mejoran la calidad de la atención que prestan, además de reducir la carga de trabajo del resto del equipo técnico. Pero Sin Fronteras podía, tranquilamente, haber sacado del ERE a esta trabajadora. Sin embargo, lo que hace es ofrecerla como moneda de cambio, nos chantajea a cambio de que firmemos el ERE del resto de despidos, cuando ya se le ha avisado de que el sindicato LAB no tiene por norma firmar despidos; no colaboraremos con la destrucción de servicios esenciales ni de empleo, no daremos por buenas prácticas que atentan contra los derechos de las trabajadoras.
La empresa puede implementar las mejoras que quiera -23 días, 1 recolocación…- aunque no haya acuerdo en el ERE; es cuestión de voluntad. En ese sentido, aceptar el chantaje de Sin Fronteras sería algo totalmente contraproducente a futuro, no solo en esta empresa en concreto, sino en el resto de Intervención Social. Ya que ¿cuántos servicios como Gazólaz en licitación de emergencia existen? No podemos aceptar que pretendan pasar por encima de las trabajadoras como una apisonadora.
Como ya dijimos, LAB está a disposición de la plantilla para poner encima de la mesa todas las acciones encaminadas a evitar este tremendo atropello. Para ello la mejor herramienta es la acción sindical para que la empresa cumpla lo que ya nos dijo que podía cumplir. Los despidos son única y exclusiva responsabilidad de la empresa, no del Comité ni de LAB. Mediante la activación y la movilización podemos conseguir que la empresa implemente las mejoras aunque no haya acuerdo en el ERE.