LAB, en favor de una lucha feminista real, viene proponiendo y acordando claúsulas feministas en unos cuantos ámbitos de negociación. Además, creemos que este decreto debería ser más ambicioso. Además de la medida de una licencia parental de 18 semanas indivisibles e intransferibles, debería recoger la posibilidad de ampliar su ámbito de aplicación más allá del Gobierno Vasco, en las administraciones locales y empresas públicas. Pero Lakua ya ha mostrado demasiadas veces su nulo compromiso y responsabilidad con los planes de igualdad, otra muestra más de su verdadera voluntad más allá de la propaganda.
Ha pasado mucho tiempo desde que el Gobierno Vasco lo anunciara en febrero del año pasado, para que toda la política de igualdad para el personal público quede limitada a un permiso parental de 18 semanas. La cuestión es que en este año y medio casi no se ha dado ningún paso: un par de reuniones formales con los sindicatos sin opción a acordar nada, y hoy todavía no ha pasado por el Consejo de Gobierno, un trámite para que se pueda aplicar la medida sin problemas.
Para aprobar esta medida no hacía falta tantas alforjas, bastaba simplemente con firmar un decreto. Sobre todo teniendo en cuenta que las madres ya disponían del derecho a una licencia de 18 semanas. Sin embargo, el Gobierno Vasco ha querido utilizar un tema tan sensible como es el feminismo como propaganda, también en época de elecciones, estirando el chicle. Ya no aguantamos más con que el gobierno nos oculte sus carencias, mediocridades y chapuzas con campañas de propaganda.
Si los pasos en positivo suelen ser bienvenidos, vista la dimensión que el propio gobierno le da a esta medida, se le ve un tinte finalista; es decir, no parece que tenga intención de seguir avanzando. En Euskal Herria necesitamos políticas feministas de verdad, es decir, un reconocimiento del trabajo reproductivo, pero, lejos de un feminismo real, el PNV siempre andará entre contradicciones, postureo y paternalismo.