Nuevo ejemplo claro de ello es lo que está ocurriendo con las ETAPs de Abastecimiento, donde en la nueva licitación en marcha se amplían los servicios cedidos a la contrata con la inclusión de partidas importantes que hasta ahora gestionábamos directamente, como son las de suministro de reactivos, transporte de lodos y limpieza industrial de las instalaciones de proceso.
Esto supone que una gestión pública y sin ánimo de lucro se pondrá en manos privadas con la consiguiente especulación para generar beneficios, lo que no puede traer más que un peor servicio en áreas tan delicadas como la calidad del agua que servimos y el cuidado del medio ambiente que debemos proteger con nuestra actividad. Y esto no es ninguna exageración, ya que de la correcta dosificación de reactivos depende en buena medida la calidad del agua tratada y con el suministro de éstos en manos privadas es fácil deducir que se producirá un intento de reducir el consumo de reactivos para obtener beneficios en su gestión económica.
Por otro lado, dejar en manos de los que buscan beneficios la gestión del transporte de lodos y limpieza de instalaciones del proceso donde lo que se eliminan son residuos, pone en grave riesgo el medio ambiente, ya que es a costa de éste con vertidos incontrolados que reduzcan costes donde se pueden generar reducción de costos para la contrata que vayan a parar a su balance económico positivo.
Desde LAB tenemos claro que hay que enfrentarse a este proyecto privatizador con todas las herramientas de las que dispongamos, ya que las consecuencias que está trayendo son: más precariedad, peor servicio, mayor costo y eliminación de puestos del sector público.