Aproximadamente hace un año, el BEC hizo tres contrataciones nuevas para sustituir a tres trabajadores que se jubilaban. Los tres trabajadores anteriormente mencionados, tres hombres, tenían la categoría de oficial administrativo de primera. A las personas que fueron contratadas para sustituirlos, tres mujeres, a pesar de realizar las mismas funciones y trabajos y de tener una mayor titulación, les hicieron contratos de oficial administrativo de segunda. Hoy hemos realizado una concentración frente al BEC, en Barakaldo, para denunciar esta situación.
Cuando desde el comité de empresa tuvieron conocimiento de los hechos, acudieron al Departamento de Recursos Humanos para preguntar sobre los motivos de dicho cambio de categoría, ya que les pareció un tanto sospechoso y creían que podía incurrir en una discriminación por razón de sexo. En un principio, la respuesta fue que solo estarían con esa categoría inferior durante el período de “prueba”.
Ya ha pasado casi un año desde dicha respuesta, pero hoy aún las mantienen con una categoría inferior. Cuando nuevamente han acudido donde el responsable de Recursos Humanos del BEC para preguntar el por qué de esta situación, les han constatado que sus sospechas no eran infundadas y que no tienen ninguna intención de ascenderlas a la categoría que les corresponde. Todo ello además, sin ningún tipo de explicación lógica.
Por ello, tenemos claro que esta práctica es un ejemplo de discriminación directa por razón de género e incumple claramente la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres de Gobierno Vasco, que afirma que:
“Existirá discriminación directa cuando una persona sea, haya sido o pudiera ser tratada de manera menos favorable que otra en situación análoga por razón de su sexo o de circunstancias directamente relacionadas con el sexo, como el embarazo o la maternidad. Sin perjuicio de su tipificación como delito, el acoso sexista en el trabajo tiene la consideración de discriminación perjuicio directa por razón de sexo.”
Además, no podemos olvidar que nos estamos refiriendo a una empresa pública y que, por lo tanto, estas prácticas discriminatorias se están financiando con dinero público, nuestro dinero, lo que hace que estos hechos sean aún más graves.
Tenemos claro que con estos hechos el BEC tiene como objetivo precarizar aún más las condiciones de trabajo de las trabajadoras y los trabajadores de su empresa. Para ello está utilizando a las mujeres, ya que en la actual lógica capitalista heteropatriarcal, este tipo de actuaciones machistas desgraciadamente aún tienen cabida hoy y se siguen practicando con impunidad, con el objetivo de empeorar las condiciones de trabajo.
LAB no tolera ni tolerará jamás este tipo de comportamientos machistas y discriminatorios hacia las mujeres, los cuales realizan un flaco favor a la equiparación laboral, y seguirá trabajando y animando a defenderse a quienes sufran este tipo de discriminación hasta que sea desterrada de Euskal Herria. Del mismo modo, exige a las instituciones que, de una vez por todas, apliquen la Ley de Igualdad y ponga los mecanismos necesarios para su real cumplimiento.