Nos hemos concentrado ante el Departamento de Educación del Gobierno de Nafarroa para denunciar los servicios mínimos impuestos en los diferentes comedores escolares que llamaron a la huelga por el riesgo de empeoramiento del servicio y de las condiciones laborales en un sector con jornadas pequeñas y feminizado.
Han remarcado que la huelga, como en muchas ocasiones, es la última opción que tienen como trabajadores y trabajadoras. En estas últimas horas han recibido mucho apoyo y unas pocas críticas, pero existen. Hoy es el tercer día de huelga en los centros de Zizur y hoy se han sumado los centros de Patxi Larrainzar y Bernart Etxepare.
Con el proceso de la jornada continua, llevan años reivindicando que son son invisibles y están excluidas de un proceso que organiza el Gobierno de Nafarroa, dejando en manos de las familias y el profesorado elegir el futuro del centro y también el suyo.
Han denunciado que las trabajadoras de los comedores están excluidas, sin voz ni voto, e invisibles en este proceso y en tantos. “¿Y ahora somos esenciales”, se preguntan.
Algo histórico y que puede tener consecuencia para el futuro son los servicios mínimos que el Gobierno, por primera vez, ha impuesto en centros que no gestiona, como en Patxi Larraintzar y Bernart Etxepare, vulnerando el derecho a la huelga de estas trabajadoras.
Han denunciado que, una vez más, son excluidas de la comunidad educativa cuando la jornada continua les afecta directamente a ellas y al servicio.
Señalan que parece mentira que estén pidiendo que las integren dentro de la comunidad educativa siendo como dicen un servicio esencial dentro de la misma. Añaden ue seguirán luchando por una atención adecuada a niñas y niños, unas jornadas laborales dignas y una escuela pública de todos y todas, de calidad e inclusiva.