En 2013 debido a la mala situación económica de Sunsundegui el 51% de las acciones pasaron a manos de la dirección actual y el 49% se le impuso al resto de la plantilla. De esta manera salieron Sodena y el Gobierno de Navarra de la empresa. Desde LAB se realizó una lectura crítica de aquello ya que esa medida no solucionaba el problema de fondo de la empresa en busca de una rentabilidad que no llegaba. Hasta hoy en día se ha estado buscando un socio inversor que nunca ha llegado. El Gobierno de Navarra se vio obligado a volver a intervenir en Sunsundegui rescatándola hasta en tres ocasiones:
5/12/2016
Acuerdo para la mejora de las obtención de licencias, mejora de las instalaciones y productividad de la empresa.Sodena prestó 1.700.000€ a fondo perdido condicionado al cumplimiento de unas condiciones, el 29 de diciembre de 2019 se confirmó que Sunsundegui no tenía que devolver dicho préstamo de 1,7M€.
28/12/2020
Con el objetivo de búsqueda de un socio con un plan industrial se hizo una Aportación de un préstamo bancario por importe de 1,1 millones de euros.
28/01/2021
Dado que la situación económica de Sunsundegui se encontraba seriamente
comprometida por el impacto del Covid-19, Sunsundegui solicitó a Sodena un préstamo por 3,4 millones de euros para asegurar la continuidad de la empresa.
Gracias a esta financiación de “Rescates”, las cuentas anuales de 2020 mejoraron, pero la empresa desde 2016 hasta 2020 obtuvo beneficios a duras penas a pesar de que tuvieron un récord en ventas.
El peso de esta situación en todo momento ha corrido a cago de la plantilla. Por poner un ejemplo: en 2020 la empresa ahorro un 16% de gasto de personal gracias a los diferentes ERTEs que todavía hoy siguen aplicándose en la empresa.
La plantilla tiene el salario congelado a pesar de la inflación (en Navarra el IPC subió en 2021 un 6,6%). Podemos hablar de que la plantilla además del perjuicio generado por los ERTEs ha perdido un 10% de salario en este proceso.
Mientras tanto, el salario recibido por los 9 miembros de la alta dirección se sitúa en torno a los 700.000€. Una dirección que a pesar de contar con la financiación de Sodena y el esfuerzo económico de la plantilla (10% de perdida salarial) se ha mostrado incapaz de darle una solución a esta situación.
A día de hoy Sunsundegui no tiene plan ni tiene inversor, y su futuro pasa por un plan de inversiones real que no suponga ahogar aun más a la plantilla. El Gobierno de Navarra y la dirección de Sunsundegui con José Ignacio Murillo deben devolver el esfuerzo realizado por trabajadores y trabajadoras en forma de inversiones reales y un plan de viabilidad que traiga la empresa al siglo XXI.