Ha pasado un año desde que LAB intentara realizar elecciones sindicales en la farmacia de Enrike Rodríguez Zarzuelo de Orereta y su dueño consiguió por todos los medios que no se llevaran a cabo. Desde entonces, la plantilla ha visto recortados sus derechos una y otra vez. LAB se encuentra ahora con una citación desde el juzgado. Así las cosas, hemos comparecido hoy frente a la citada farmacia para dar más detalles de la situación.
Este es el comunicado que hemos leído en la comparecencia de hoy:
Una vez más, nos vemos obligadas a comparecer ante esta farmacia. Ha pasado un año ya, desde que intentamos hacer elecciones sindicales, y decimos intentamos porque aunque parezca mentira en el siglo XXI, el dueño de esta farmacia hizo todo lo posible para que no se celebrasen. Desde entonces, los y las trabajadoras han visto sus derechos vulnerados una y otra vez. El propio Sindicato LAB se ha encontrado con una citación judicial.
Nosotros somos miembros del sindicato LAB, delegados y delegadas de diferentes empresas, vecinas y vecinos de Orereta. Y todos estamos orgullosas del trabajo que realiza LAB. Orgullosos de que en vez de acobardarse ante cacicadas como esta, haga frente a las mismas, y si es necesario también llegue a acuerdos. LAB nunca deja solos a los y las trabajadoras. Nos organizamos como grupo y hacemos frente al conflicto conjuntamente. Porque esas son nuestras funciones: organizar a la clase trabajadora en defensa de sus derechos, ser acompañante de los y las trabajadoras y hacer frente a los ataques mediante la acción sindical.
Parece que el jefe de aquí, Enrike, no quiere reconocer nuestras funciones. A Enrike le gustaría un mundo sin sindicalismo donde poder organizar las relaciones laborales con despotismo. Pues la lleva clara!
¿Que creía? Que tras dejar a los y las trabajadoras sin representación sindical, tras comportarse con autoritarismo ante ellos, tras despedir una trabajadora improcedentemente… ¿LAB se quedaría con los brazos cruzados? ¿Que no denunciaríamos los abusos dados en nuestro pueblo, en una farmacia donde también eramos usuarias? ¿Que una situación provocada por él no acarrearía enfado popular?
¿Es lícito denunciar por coacciones a un sindicato tras despedir improcedentemente? Al señor Enrike no le tembló el pulso para despedir a la trabajadora de menor antigüedad, y por lo tanto, la que más barata le salía para despedir con la raquítica indemnización que permite la ley. He aquí otra causa de desprotección que tenemos los y las trabajadoras. La ley les permite a jefes como Enrike, despedir por que sí (por no ser sumisas y pasivas) a cualquiera a cambio de una pequeña suma. Cada vez son más los privilegios de la patronal y menos los derechos de los y las trabajadoras.
Sabemos que hay muchos como Enrike, que desean no tener que lidiar con un sindicalismo transformador. Pero que sepan que son minoría, que los y las trabajadoras representamos el 99%, y que tenemos muchas ganas de cambiar las cosas, de empoderarnos entre nosotras y transformar esta sociedad en una más justa, con un reparto de la riqueza más equitativa.
El 7 de marzo nos veremos en el juzgado de Donostia porque Enrike quiere que se juzgue nuestra acción sindical. Pues que sepa que los y las únicas juezas de nuestro trabajo son los y las trabajadoras. Porque LAB lo conformamos las personas trabajadoras, y cuando cualquiera de ellas acuda a LAB tendrá todas las herramientas del Sindicato a su servicio, no dejaremos a ninguna persona sola, porque en LAB tenemos cabida todas las personas que creemos en la lucha para defender nuestros derechos.