A convocatoria de la mayoría sindical vasca, nos hemos movilizado en Getaria para denunciar el accidente laboral mortal ocurrido el pasado viernes en el municipio. Desde LAB, queremos mandar todo nuestro apoyo y solidaridad a la familia y allegadas y allegados de Krispin Lazkano, ex delegado del sindicato.
Con la muerte del pasado viernes, al menos 32 trabajadoras y trabajadores han fallecido en Euskal Herria en lo que va de año. Lo ocurrido en Getaria no es nuevo, porque cada año tenemos accidentes laborales como éste, es decir, cada año se producen accidentes laborales relacionados con accidentes de tractor. A pesar de ser conocido, en la práctica no se toman medidas para que este tipo de siniestros no vuelvan a ocurrir. Al parecer, los responsables de las administraciones públicas no tienen conocimiento o no quieren saber nada de esto. ¿Dónde están los responsables de la administración para denunciar esta nueva muerte en el trabajo? ¿Qué cambios y qué pasos están dispuestos a dar para frenar esta situación y este modelo que mata? Detrás de cada muerte laboral hay nombres y apellidos, hay familias, hay responsables. Es hora de situar este problema tan grave en la agenda política.
Tenemos claro que los accidentes laborales no son generados por el azar o la casualidad, son el resultado de las relaciones laborales, la precarización, la normativa laboral y la subcontratación que se dan.
Las y los trabajadores trabajamos para poder vivir, no para perder la vida en el intento. Los accidentes laborales son el resultado de las condiciones y formas de trabajo que nos impone la patronal. Desde el sindicato LAB, tenemos claro que necesitamos vivir y trabajar dignamente. Tenemos derecho a volver del trabajo sanas y salvos. La única vía para acabar con la sangría es la lucha y la organización, y la solución vendrá de un cambio de las relaciones laborales y de las reglas de juego. Tenemos que llevar a cabo un nuevo modelo, un modelo que priorice la vida y la salud de las y los trabajadores.